EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- En el año 2002 según estadísticas nacionales proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), 122 hombres intentaron suicidarse. Aunque las mujeres lo intentan con más frecuencia, es más alto el índice de varones que lo llegan a consumar.
Norma Adriana Saavedra Salinas, responsable del Departamento de Comercio Exterior de la Dirección General de Estadísticas Económicas del INEGI, dentro de la conferencia “Estadísticas de intentos de Suicidio y Suicidios”, en el marco de las actividades conjuntas que lleva a cabo con la Universidad La Salle-Laguna en la prestación del servicio público de información estadística y geográfica, dijo que lo anterior tiene mucho que ver con situaciones familiares, amorosas y vida afectiva de las personas.
Aunque el objetivo de la ponencia fue el de dar a conocer cómo genera y como difunde el INEGI esta estadística, destacó que es claro que en el intento de suicidarse y hay razones personales e individuales, así como un contexto sociocultural donde los factores económicos de bienestar tienen un peso.
Aseguró entonces que los datos sí muestran que hay un crecimiento a nivel nacional del número de personas que intentan quitarse la vida, “pero los factores tendrían que ser estudiados y detallados por un especialista en psicología y psiquiatría o en salud pública”.
La fuente de esta estadística, dijo, son las agencias del Ministerio Público. El origen es un registro de las personas que lo intentan o de los familiares de quienes consumaron el suicidio. Ellos proporcionan la edad, sexo, lugar de ocurrencia, los motivos y un conjunto de información que permite cuantificar el número de acontecimientos y también caracterizar a la población que experimenta esta situación tan compleja.
En el procedimiento para obtener la información interactúan tres instancias: las fuentes informantes que son las agencias del Ministerio Público, la oficina estatal y central del INEGI. “Nosotros nos acercamos, hacemos convenios con las fuentes informantes y les solicitamos que pidan un formato donde se asientan los datos de las personas afectadas, como su lugar de residencia y el día que ocurre el acontecimiento”.
La agencia del Ministerio Público proporciona ese registro y luego llega a la oficina estatal del INEGI donde se captura, se valida, se verifica y se integra. De ahí se envía a la oficina central donde se integra con el conjunto de información de todos los Estados.
“Entonces generamos distintos productos, ponemos algunos datos a nivel de la página o del portal INEGI en la red, sacamos boletines o cuadernos y de ese modo tratamos que la información que recogimos, se ponga en la mano de todos los interesados”.
Se aseguraría mayor oportunidad en la información, si se lograra que las fuentes informantes incorporen a los sistemas de producción todos los datos, es decir, que ya no se haga un trabajo sobre papel o formatos. “Se ha visto que muchos de éstos se pueden requisitar en medios electrónicos, de tal modo que ya tengamos un archivo digital que favorezca el proceso de concentración e información”.
