21 de febrero de 2004.
Río de Janeiro, (EFE).- Por lo menos 40 personas murieron hoy cuando un autobús de pasajeros que viajaba entre dos ciudades del nordeste de Brasil cayó a un embalse, según fuentes oficiales.
El accidente ocurrió hacia las 4.30 de la madrugada (6.30 GMT) en la carretera que comunica a las ciudades de Fortaleza y Salvador, dos de las principales capitales regionales del nordeste de Brasil.
El Cuerpo de Bomberos informó de que no hubo sobrevivientes y que en el autobús viajaban al menos 39 pasajeros y el conductor.
Las autoridades no saben si otros pasajeros abordaron el vehículo en medio del camino, ya que el autobús tenía asientos para 47 personas.
El autobús cayó a un embalse conocido como Cipó, ubicado a la vera de la carretera federal 116 y próximo al municipio de Barros, en el estado de Ceará.
El comandante de la policía de carreteras en Barros, mayor Elio Bondía, dijo que lo más probable es que el conductor se haya quedado dormido al volante, debido a que en el lugar del accidente no hay curvas ni otros peligros, y a que las condiciones climáticas eran buenas.
Un testigo, que alertó del accidente a las autoridades, dijo que el autobús siniestrado viajaba a una velocidad muy lenta y que fue una sorpresa verlo salir de la carretera.
El autobús había partido el viernes por la noche de la terminal de la ciudad de Fortaleza y recorrido cerca de 536 kilómetros cuando se produjo el accidente.
Los bomberos informaron de que el vehículo quedó completamente cubierto por el agua y que, por falta de equipos adecuados, no habían logrado retirarlo del embalse unas seis horas después del accidente.
Igualmente informaron de que no habían encontrado ni rescatado ningún cuerpo hasta ahora.