EFE
BAGDAD, IRAK.- Izzat Ibrahim al Duri, el principal lugarteniente de Saddam Hussein, fue capturado en la ciudad de Tikrit, según informó ayer el ministerio de Defensa iraquí.
Varios miembros de la Guardia Nacional iraquí colaboraron con las fuerzas norteamericanas en la detención de Al Duri en Tikrit durante el transcurso de una operación en esa ciudad y en la vecina de Al Duri”, explicó uno de los asesores del Ministerio de Interior.
Sin embargo, dos portavoces militares estadounidense consultados no confirmaron que el antiguo lugarteniente de Saddam Hussein estuviera en sus manos.
Asimismo, un responsable militar de la Fuerza Multinacional aseguró que Al Duri no está bajo su custodia.
Fuentes policiales iraquíes en la provincia de Salahudín, cuya capital es Tikrit, afirmaron por su parte que al menos 70 personas perdieron la vida en el transcurso de la operación militar y que cerca de otras 200 resultaron detenidas.
Estados Unidos acusa a Izzat de ser el cerebro que coordina a gran parte de la insurgencia iraquí.
Participó en el golpe de Estado que en 1968 llevó al poder a Saddam Hussein y sólo este militar y el ex vicepresidente Taha Yasín Ramadán -ya detenido- sobrevivieron a todas las purgas que su dirigente llevó a cabo desde entonces.
A este suní conservador, de 62 años, se le acusa del giro religioso que el régimen dio a partir de 1991 y de tender lazos con grupos integristas islámicos, en especial wahabíes, una red que estaría siéndole muy útil en la insurgencia.
Izzat Ibrahim al Duri llegó a ser el vicepresidente del Consejo de Mando de la Revolución, el principal órgano del partido Baaz y el confidente primordial del dictador.
Así, incluso su hija estuvo casada brevemente con el hijo mayor del dictador, Uday, muerto por los estadounidenses junto a su hermano Qusay.
Saleh Sarhan, portavoz del ministerio de Defensa, dijo ayer en una entrevista a la cadena de televisión iraquí Al Hurra, sufragada por Estados Unidos, que Al Duri fue hecho prisionero en una clínica de Tikrit en la que estaba recibiendo tratamiento y que se encontraba en manos de los norteamericanos.
Precisamente fue en una granja cercana a Al Duri, en la misma región donde fue encontrado Saddam Hussein el pasado mes de diciembre.
El derrocado Pesidente estaba escondido en un agujero en el suelo y no ofreció resistencia a los soldados estadounidenses que le apresaron.
Con fama de astuto y precavido, Ibrahim salió con vida de un atentado en la ciudad de Kerbala en 1998.
Al año siguiente, escapó por los pelos de una orden de detención lanzada contra él por crímenes de guerra cuando se encontraba recibiendo tratamiento médico en Viena.
Al parecer, tenía cáncer, pero su enfermedad, nunca confirmada oficialmente, no le impidió continuar representando a Saddam en todas las cumbres árabes e islámicas desde 1991, cuando el dictador dejó de viajar al extranjero.
Washington, que ofreció una recompensa de diez millones de dólares por la captura del número dos de Saddam, le acusa junto al terrorista jordano Abu Musab al Zarqawi, presumiblemente vinculado a la red terrorista “Al Qaeda”, de organizar y sufragar la mayoría de los atentados perpetrados en Irak en los últimos 16 meses.
Ibrahim al Duri fue asimismo miembro del Comité de la región Norte cuando en 1988 se realizó la Operación Anfal, un intento de erradicar a la población kurda mediante gases venenosos.
El momento más dramático fue la matanza de Halabya, donde cinco mil habitantes murieron en un solo día.
La noticia de la presunta detención de Al Duri se extendió como un reguero de pólvora ayer por Bagdad, donde en algunos barrios de mayoría shii los vecinos dispararon sus Kaláshnikov al aire en señal de alegría.
No en vano fue él quien supervisó los tribunales que reprimieron el levantamiento popular en el sur del país tras la expulsión de Kuwait del Ejército iraquí en 1991.
