La caída del presidente cubano, Fidel Castro, que le provocó la fractura de una pierna y de un brazo, tras pronunciar un discurso en un acto multitudinario, conmocionó a miles de cubanos. Castro resbaló ayer tras bajar por una escalera instalada frente al Mausoleo de Ernesto "Che" Guevara, en Santa Clara, 276 kilómetros al este de La Habana, después de liderar un acto multitudinario organizado con jóvenes estudiantes coincidiendo con el Día de la Cultura Cubana. Con la ayuda de sus guardaespaldas, Castro se incorporó y fue sentado en una silla porque se negó a utilizar la camilla preparada para casos de urgencia en este tipo de actos. Silencio y confusión reinaron entre la multitud durante varios minutos, hasta que el propio Castro, desde su silla, recuperó la compostura, pidió un micrófono y aclaró el incidente.