EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Pasaron cuatro años pero al fin, el presunto homicida cayó. En Estados Unidos y mediante la estrecha colaboración de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila (PGJE)y el FBI (Federal Bureau of Investigation), se logró la detención de Francisco Ávalos Machado, uno de los partícipes en el artero crimen de la cartomanciana y prestamista, Dora Laura Lira Arguijo.
Auxiliados en un oficio de colaboración enviado el 19 de marzo de 2004, por el Grupo Especial de la PGJE, al agregado jurídico de la embajada de Estados Unidos con sede en Monterrey, Nuevo León, se logró ubicar el paradero de Ávalos Machado en Smithfield, Carolina del Norte.
Al momento de la detención ejecutada por agentes federales, se logró asegurar una pistola calibre 25 alojada en uno de los bolsillos del pantalón de Francisco Ávalos y al someterlo a una revisión, se encontraron más armas de diferentes calibres, en la casa móvil donde vivía con otros ilegales.
Homicidio calificado, es el delito cometido por el sujeto que permanecía prófugo de la justicia, luego de cobrar la vida (junto con otro sujeto) de Dora Laura, el pasado diez de abril de 2000, atendiendo las órdenes de la suegra de la occisa, Celia Santillán Ríos, quien ya se encuentra en prisión.
Los hechos
Como se informó en su oportunidad, a las 8:00 horas del trágico día, Dora Laura de 34 años, salía de su casa ubicada en la avenida Victoria 282 oriente, en compañía de su hijo Ángel Eduardo Martínez Lira de diez años, y de un amiguito del mismo, José Inés, de 15 años, cuando fue abordada por dos sujetos desconocidos.
Uno de los maleantes le preguntó su nombre y al contestar la mujer que iba a llevar a sus hijos a la escuela, el otro tipo la tomó del brazo y forcejearon, en ese momento el pequeño Ángel logró regresar a la casa y después se escucharon varios disparos.
Tres tiros acertaron en la humanidad de Dora Laura, uno en la cabeza, otro en el pabellón de la oreja izquierda y el último en el cuello. El arma utilizada era calibre 22, situación que permitió a los investigadores fijar la hipótesis de los homicidas improvisados.