EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- El titular de Desarrollo Urbano, Eduardo Jiménez Saracho, niega que haya sido por corrupción o problemas con empresas que participan actualmente en los procesos de licitación, la salida de Ricardo Salgado Mireles, quien hasta el pasado día 15 de octubre se desempeñó como jefe de Ingeniería de Tránsito y Vialidad.
En su lugar fue contratado el ingeniero civil, Jaime Ollivier Jaik, quien conoce ampliamente la ciudad y su problemática en los renglones en los que va a laborar y se espera tenga buen desempeño.
Por motivos personales y con carácter de irrevocable, Ricardo Salgado Mireles presentó su renuncia el 15 de octubre, la cual le fue aceptada.
Eduardo Jiménez dice que como “nadie es indispensable ni insustituible”, se dieron a la tarea de buscar quién ocupara su puesto en el esquema de la Dirección de Urbanismo.
Y agrega que ciertamente para que funcione cualquier empresa u oficina tiene que basarse el trabajo en la confianza y en la capacidad de las personas.
De las ocasiones en que se relacionó a Ricardo Salgado con algunas empresas que le financiaron viajes a otras partes del país, inclusive a Miami, Florida, el año pasado, cuando siete empresas se inconformaron por el proceso de licitación del sistema de seguridad vial en el que se invertirían 20 millones de pesos, el funcionario lo reconoció.
Sin embargo indica que todo no es más que rumor “dimes y diretes”, porque en el caso de la inconformidad de las empresas que llevó a dos de ellas hasta al Contraloría del Estado, se solucionó en su momento y por lo que respecta a los viajes que se hicieron, aclara que “realmente viajaron a Miami, a California y a otras ciudades del país como Monterrey y México, para conocer los diferentes sistemas de semaforización, los seis o siete viajes que se hicieron fue para conocer sistemas modernos que no funcionan ni siquiera en el país”.
Expresa que el ser funcionario público “se vive todos los días y ante señalamientos de corrupción no en todos los casos son ciertos”.
Habla además Eduardo Jiménez de que la coyuntura de esta renuncia en vez de perjudicar favorece, en razón de que se realizará una reestructuración operativa aprovechando los nuevos sistemas modernos de semáforos que se colocarán en Diagonal Reforma, en el bulevar Independencia y en el bulevar Revolución, para retomar el fallido proyecto del año pasado de la centralización de semáforos y su control mediante cámaras de televisión.
Dejaba qué desear
Dentro del proceso de “reestructuración” que se realiza en Desarrollo Urbano, Eduardo Jiménez dice también que se despidió a Enrique Robledo, encargado del área de Semáforos, debido a diversas quejas que se tenían en su contra y a causa de que su trabajo dejaba mucho qué desear en el control de los aparatos.
Después de 15 años de trabajar con el Ayuntamiento de Torreón, se le despidió a Enrique Robledo por ineficiencia y esta situación se aprovechará también para hacer en esta área una reorganización de los procesos de trabajo que redunde en que los cruceros semaforizados se operen de mejor manera sobre todo al entrar en funcionamiento el nuevo sistema de control de semáforos.
Particularizó en el caso de Enrique Robledo que ya no se ajustaba ni cumplía con los objetivos trazados por la Dirección de Semáforos, ya que “teníamos muchas quejas por la cuestión de los semáforos y las sincronías y lo que hicimos en este tiempo fue capacitar a otras personas para evitar que sea una sola la que atienda la responsabilidad de 300 semáforos que hay en la ciudad.
Explica que en el bulevar Diagonal Reforma hay 16 cruceros semaforizados, en el Independencia otros 20 y en el bulevar Revolución 19, lo que implica mucho trabajo y la necesidad de modernizar los procesos de control y mantenimiento.