TORREÓN, COAH.- Cambios radicales hay de cara a una nueva temporada de la Liga Mexicana de Beisbol de Verano, directivos de los 16 equipos analizan cuidadosamente la forma de presentar una competencia más atractiva para el aficionado, en busca de que todas las plazas tengan asistencias importantes que ayuden a reducir las pérdidas registradas año con año.
Entre las modificaciones más importantes destaca el nuevo formato de competencia, en dos grupos, Norte y Sur, los cuales no se verán las caras durante el calendario regular, solamente en el Juego de Estrellas y en la serie por el título absoluto. Para lo anterior, los Diablos Rojos del México regresan al Sur y el sitio que dejan es ocupado por los nuevos Rieleros de Aguascalientes.
A partir de 2004 la Liga Mexicana de Beisbol establece un tope salarial para jugadores extranjeros, algunos de los cuales manifiestan su desacuerdo, ya que sin remedio verán reducidos sus ingresos, en relación a lo que cobraron la temporada anterior. Los directivos trabajarán sobre la base de minuciosas auditorías entre los clubes y el mismo pelotero, con el fin de detectar posibles violaciones al acuerdo, lo cual costaría a la organización infractora, la suma de cien mil dólares.
En una medida que tiende a reducir los costos de operación, los equipos norteños no visitan a los sureños, porque en épocas de crisis es difícil pensar en una serie entre Piratas de Campeche, Langosteros de Cancún o Leones de Yucatán, frente a los Toros de Tijuana. Se toma también la decisión de trabajar con tres ampayers por partido, a diferencia de la campaña anterior, cuando operaron las cuartetas. En este renglón se confirma la contratación de ocho elementos extranjeros, con calidad Triple A, cuatro son venezolanos y los restantes de origen cubano.
Algo que ha llamado poderosamente la atención es el ajuste en el calendario de juegos, que ahora es de cien partidos por equipo en temporada regular, aunque ahora el play off tendrá una duración de aproximada de un mes, para los dos equipos finalistas. Se anuncia el regreso de las dobles jornadas dominicales, que a la mayoría de los peloteros no agradan y tampoco a gran número de aficionados.
Se mantiene el sistema de puntuación para arrojar los equipos calificados, que ahora serán seis por grupo, es decir, sólo cuatro de las 16 novenas quedarán al margen de la postemporada. La novedad para el segundo play off es que pasará a la siguiente ronda el mejor perdedor del primero, como se hace en la Liga Mexicana del Pacífico.
La versión de los directivos es que hay necesidad de terminar antes la temporada, ante la posibilidad de que México logre colarse a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, aunque Aldo Notari, presidente de la Federación Internacional de Beisbol, ha sido tajante al señalar que los ocho contendientes en la justa se encuentran listos y es prácticamente imposible que haya modificaciones.
Reducir la duración de la temporada regular es una decisión desafortunada para aficionados y peloteros; el público tendrá mucho menos días la presencia de su espectáculo favorito y el jugador verá reducidos notablemente sus ingresos, porque en 2004, aquel que no califique a play off y no juegue en Liga Mexicana del Pacífico, prácticamente quedará desempleado nueve de los doce meses del año.
Hay tres nuevas plazas
Debido a la falta de apoyo de los gobiernos de Tamaulipas y Veracruz, hay tres cambios de franquicia y si la ciudad sede es diferente, los directivos de dichas organizaciones se mantienen. El cambio más polémico es el de Tecolotes de los Dos Laredos a Tijuana, porque al ser ésta una plaza de la Liga del Pacífico, los directivos sienten que se han violado sus derechos territoriales.
Broncos de Reynosa tampoco tuvo el apoyo de las autoridades estatales y al presentar equipos limitados, su afición poco a poco se alejó del Parque Adolfo López Mateos, las pérdidas se incrementaron y se toma la decisión de emigrar a San Luis Potosí, en donde hoy el añejo Parque 20 de Noviembre vuelve a ser escenario de la Liga Mexicana de Verano.
Cafeteros de Córdoba sufrió el mismo trato de parte de las autoridades del estado de Veracruz, el público de la Ciudad de los 30 Caballeros estaba acostumbrado a equipos ganadores y sobre todo, que brindaran gran espectáculo, pero cuando no se tiene el apoyo oficial y la afición se aleja, es misión imposible sostener un espectáculo tan costoso.
No vienen Diablos ni Tigres
Parte de las reacciones entre la afición lagunera y en general de la Zona Norte, es por la ausencia de los dos equipos más populares de la Liga Mexicana, Diablos Rojos y Tigres, quienes debido al nuevo formato de competencia, no vienen a Torreón ni a las plazas norteñas en 2004.
Siempre representará un atractivo especial ver en acción a los tradicionales rivales, Diablos y Tigres, quienes en cambio, sí tendrán repetidos enfrentamientos a lo largo del calendario regular, tanto en el Foro Sol como en el Parque de los Hermanos Serdán, a diferencia de las dos últimas temporadas, cuando los Pingos fueron enviados al grupo norteño.
Tener en cualquier plaza de visita a Diablos y Tigres, es sinónimo de buenas taquillas, pero la situación no se da de igual forma cuando los tradicionales equipos juegan como locales y de ahí la determinación de Carlos Peralta Quintero, propietario de los felinos, de llevarse la novena a Puebla, en donde hoy comparte casa con Pericos, por cierto, equipo del mismo propietario.