Demandan apoyo de los tres niveles de Gobierno para producir forrajes.
EL SIGLO DE TORREÓN
Cd. Lerdo. Dgo.- Alrededor de 300 campesinos cerraron las puertas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), para exigir apoyos a la producción de forrajes por parte de los tres niveles de Gobierno.
Luis López Álvarez, secretario general de la Central Campesina Cardenista en Coahuila y Durango, dijo que la toma de las instalaciones de la Sagarpa fue simbólica, sin embargo, los manifestantes pusieron cadenas y candados en las diferentes puertas, impidiendo la salida y acceso a la dependencia federal.
Según el dirigente social, exigen estimulación a la productividad de los campesinos, sobre todo a quienes siembran para que no desistan de cultivar forrajes. Aseguró que la situación es difícil porque día a día, las tierras se siguen vendiendo.
En la actualidad, de 200 ejidatarios de una comunidad rural nada más siembran 30, incluso menos. Consideró que si el Gobierno Federal continúa con la política de acabar con el “minifundismo”, en poco tiempo los campesinos se convertirán en peones de sus propias parcelas, como ya está sucediendo.
Esa situación, aseguró, incuba coraje hacia las personas que de alguna manera se apropiaron de las tierras de los campesinos. López Álvarez dijo que no hay créditos, agua ni apoyos económicos, por eso consideró que la pretensión del Gobierno Federal es exterminar al medio rural.
“Nosotros estamos pidiendo que nos ayuden con diez centavos por kilo, es decir, 100 pesos por tonelada de forrajes como el maíz y sorgo, estos dos cultivos no tienen precio objetivo, por eso la comercialización no es balanceada”.
El mercado, explicó, son las grandes empresas lecheras de la Región Lagunera de Coahuila y Durango, las cuales se niegan a comprar los forrajes como grupo, los adquieren como particulares, además imponen el precio de la tonelada.
López Álvarez señaló que los campesinos se ven en la necesidad de emigrar y la desintegración familiar se está convirtiendo en un grave problema en el medio rural: “por eso no vamos a ceder, queremos que atiendan nuestras peticiones”.
Los diez centavos deben ser repartidos de la siguiente manera a los productores: cinco el Gobierno Federal, tres el Gobierno del Estado y dos el Gobierno Municipal. “Nos dicen que hay recursos etiquetados para el campo, pero cuál campo, aquí estamos gente de Durango y Coahuila, nosotros no hemos visto ni un solo peso”.
Insistió en que los diez centavos representarían para los productores del sector social un estímulo, así el campesino seguirá sembrando. En la actualidad los forrajes se compran al mismo precio del año pasado cuando el costo de los fertilizantes ha aumentado en 100 por ciento.
Ni siquiera recuperan la inversión
Luis López Álvarez, secretario general de la Central Campesina Cardenista, aseguró que producir una hectárea de forraje cuesta alrededor de 12 mil pesos, sin embargo, se vende en nueve mil pesos si hubo buena cosecha, pero si ocurrió lo contrario el precio es menor de seis mil pesos, es decir, los campesinos ni siquiera recuperan la inversión.
“Para nosotros es gravísimo porque sólo sembramos cada año, hasta cuando sueltan el agua de las presas, desgraciadamente nuestras tierras no se prestan para temporal, de manera que pudiéramos decir ‘bueno, ahora vamos a echar otro maíz, al cabo que Dios nos ayuda’, eso no sucede”.
La tonelada de forrajes cuesta 200 pesos: “por eso proponemos que el Gobierno Federal haga que los grandes productores nos compren a un precio justo, mínimo a 30 centavos el kilo, porque lo justo sería a 40 centavos”.
