Anuncia el Presidente la apertura de una Ventanilla Consular para atender a los connacionales.
NOTIMEX
OTAWA, CANADÁ.- Señala el presidente de México, Vicente Fox que el objetivo primordial de su gira por Canadá es promover inversiones en campos como el petróleo, energía, infraestructura y sector manufacturero.
Asegura Fox que Canadá es un socio estratégico de México y de América Latina, y que por ello su Gobierno se mantendrá asociado en temas relacionados con la economía, la inversión y el comercio.
Pero que el objetivo primordial de esta gira no es sólo ampliar el diálogo político con Canadá o tratar aspectos que tienen que ver con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sino promover inversiones en campos como el petróleo, energía, infraestructura y sector manufacturero.
?De verdad existen grandes posibilidades de hacer negocios en nuestro país. Tenemos una economía sólida, en crecimiento y hay una gran oportunidad para invertir en México?, dijo Fox.
Con el primer ministro de Canadá, Paul Martín, el presidente Fox dijo que ya ha tenido la oportunidad conversar con él en diversas ocasiones, y que ahora puede decir que se está desarrollando una amistad similar a la que tiene con el presidente Bush.
El Mandatario se presenta hoy ante el Parlamento de Canadá, para exponer la situación que vive México, con base en el equilibrio y la división entre los tres Poderes de la Unión y los órdenes de Gobierno.
Durante su visita oficial de trabajo a Canadá, el Ejecutivo federal anunciará también la apertura de una Ventanilla Consular en Lillington, para atender a los connacionales, en virtud de que la gran mayoría de ellos (70 por ciento) se encuentra en Ontario.
El subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Gerónimo Gutiérrez, adelantó que ante el Parlamento, Fox Quesada hablará sobre las reformas en México para el ejercicio de un buen Gobierno, con transparencia y honestidad.
En el ámbito internacional insistirá en la necesidad de mantener el proceso de reforma de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en virtud de que Canadá se ha inscrito al grupo de ?Amigos de la ONU?, que promueven el cambio en ese organismo multinacional.
Sobre la Ventanilla Consular, Gutiérrez explicó que será una oficina mexicana cerca de las granjas y de las instalaciones donde se encuentran los trabajadores inscritos en el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales, el cual cuenta con diez mil 700 mexicanos.
El funcionario de la cancillería destacó que con ello se tendrá un mejor seguimiento y más puntual, para así poder responder a las posibles denuncias de presuntas violaciones de derechos de los connacionales que se encuentran en este lugar.
Gutiérrez destacó que a pesar de que se ha comprobado el éxito de dicho Programa, en el Gobierno mexicano ?no nos podemos sentir satisfechos hasta que haya garantía plena de que no hay una sola violación, por muy mínima que sea?.
En el área de Lillington se encuentran cerca de cuatro mil 500 mexicanos involucrados en el programa, y con esa ventanilla ?nos van a tener mucho más cerca?, dijo el subsecretario para América del Norte de la SRE.
Además, anunció que en diciembre próximo será la evaluación del programa en México, en la cual se revisarán cada una de las condiciones que tiene los trabajadores mexicanos.
Mexicanos, esclavos de granjeros
El domingo 13 de junio de 2004, Agustín Tinoco Calderón sufrió un accidente que cambió su vida: la vieja bicicleta en la que se transportaba del campo agrícola Martin Riendeau hacia su casa perdió los frenos y terminó estrellado contra un poste de alumbrado público, golpeándose directamente en cabeza y cuello.
Tenía sólo media hora para comer y regresar al campo a terminar de cumplir con su jornada dominical de 12 horas en la cosecha de lechuga.
Al día siguiente, Agustín amaneció con todo el cuerpo moreteado y con poca movilidad en sus brazos. El dolor de cabeza no lo había dejado desde el momento del accidente. Marie-Jose Riendeau, su patrona, se negó a llevarlo al médico y sólo le proporcionó un par de aspirinas para el dolor y un gel helado para desinflamar los golpes.
Fue hasta después de 15 días cuando Agustín tuvo acceso a un médico, cuyo diagnóstico fue contundente: fisura en dos costillas, una tercera dislocada y desviación de columna vertebral. Sin embargo, ni su patrona ni el médico de la granja aceptaron otorgarle una incapacidad. El argumento: no fue accidente de trabajo.
El de Agustín, es sólo uno de los cientos de casos que contradicen una creencia generalizada que en Canadá los trabajadores agrícolas mexicanos son bien pagados y bien tratados.
Eso no es así. De poco les sirve a los más de diez mil mexicanos que anualmente viajan a ese país del norte llegar a bordo de un vuelo comercial, con todos sus papeles en regla y con un contrato que les garantiza trabajo durante su estancia.
?La experiencia de los mexicanos en este país es dura: de manera clara puedo decir que son dejados aislados, abandonados y a la gracia de sus patrones desde el momento en que pisan el país. Se convierten en esclavos de los granjeros?, dice contundente Roberto Nieto, responsable del Centro de Apoyo a Trabajadores Agrícolas Temporales (CATS por su nombre en francés) de la región de Québec.
Los hechos confirman que la experiencia de los mexicanos en Canadá es algo parecido a una esclavitud moderna: Desde que pisan suelo canadiense, los trabajadores mexicanos quedan a cargo del granjero empleador. En ese momento, les son recogidos todos sus papeles de identidad: pasaporte, permiso de trabajo y tarjeta médica. Quedan, así, sin ningún papel que les acredite su estancia legal. Aunque las autoridades consulares de México también se encargan de recibirlos, rara vez alguno de ellos volverá a tener contacto con el cónsul o el encargado del programa de trabajo temporal.
Del aeropuerto son trasladados en camiones a las granjas, donde trabajarán un mínimo de cuatro meses de Sol a Sol, los siete días de la semana. Para ellos no habrá opción, de ahora en adelante no pueden decidir si quieren o no trabajar horas extra. Deben hacerlo hasta por 14 horas seguidas. Tampoco pueden determinar el día, hora y lugar para realizar las compras de su despensa. Y lo peor: son sus patrones quienes deciden cuándo y bajo qué situaciones pueden acudir a un servicio médico.
?Eso es algo muy grave, pues si alguno de ellos se accidenta y su patrón no le permite ir al médico, las consecuencias se traducen en daños físicos permanentes para el trabajador, lo que al menos aquí en Canadá es inconcebible?, dice Roberto Nieto.
Desde 1974 y hasta el 31 de agosto de este año, 122 mil 327 mexicanos han viajado a Canadá gracias al Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (PTAT), firmado por los Gobiernos de México y Canadá. Datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores revelan que este año diez mil 237 connacionales viajaron a ese país bajo este programa; dos mil 884 de ellos lo hicieron a la región de Québec.
En los 30 años de vida del programa, no existía una oficina de apoyo para los trabajadores que llegan a esta región para la cosecha de frutas y hortalizas. No fue sino hasta junio de este año, que abrió sus puertas el primer Centro de Apoyo a Trabajadores Agrícolas Temporales, patrocinado por la central sindical United Food and Commerce Workers (UFCW) con sede en Estados Unidos.
?La oficina se abre para brindar asesoría a todos los paisanos que vienen a trabajar acá y que son discriminados, explotados y abusados por sus patrones. Desgraciadamente la labor del consulado y de la oficina del PTAT deja mucho qué desear. Los trabajadores tienen la idea de que las autoridades mexicanas trabajan para defender los intereses de los granjeros y no los suyos?, expone Patricia Pérez, fundadora del Centro de Apoyo.