EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Oscarito tenía cuatro años de edad; una gran ilusión de jugar como los demás; pero un tumor en el cerebro 90 por ciento canceroso, que lo hacía diferente.
Fue un niño que luchó incansablemente por su vida. Permaneció internado en hospitales por largos períodos, algunas veces en terapia intensiva. Le colocaron una válvula en su cabecita que le ayudó a drenar el exceso de líquido cefaloraquídeo; le administraron fuertes dosis de radio y quimioterapias. Superó transfusiones de sangre y plaquetas.
Después de la enfermedad Oscarito era alimentado por medio de sondas y jeringas. Se sometió a más de una operación de alto riesgo en donde le fueron retiradas algunas partes del tumor.
El niño perdió más de cuatro kilos y su complexión no le ayudó a recuperarse. El meduloblastoma (tumor) que le extirparon es uno de los más agresivos y obstinados que existen según datos médicos.
Sus padres, familiares, amistades y médicos hicieron su parte, pero el cáncer le ganó la batalla al pequeño. Óscar Basilio Olmos González falleció el día dos de febrero a las siete 20 horas. Oscarito agradece a quienes lo ayudaron cuando los necesitó. Descanse en paz.