Lo que su servidor alcanzó a notar viendo la final femenil de anteayer en el Abierto de Australia, que ganó Justine Henin- Hardenne sobre Kim Clijsters, es que normalmente hay aspectos mejorables que pueden llegar a marcar la diferencia entre una victoria y una derrota y que pueden o no ser advertidos por los mismos jugadores cuando se piensa que ya se tiene una forma definida de la práctica del tenis y que ya no hay nada que pulir del juego que desarrollamos en la cancha.
Uno de estos puntos a los que hago referencia es por lo que respecta a la iniciativa del punto en disputa. Veíamos cómo Kim, que es normalmente una jugadora de peloteos desde el fondo, abría la cancha con la tremenda derecha que posee, tomando la iniciativa del punto y provocando que la devolución de Justine fuese un tiro débil en cuanto a velocidad, distancia sobre la red y dirección de la pelota, ganando Clijsters fácilmente el punto si se hubiera subido a la red.
Por el contrario, Kim permaneció en la línea de base, dándole tiempo a Justine de recuperarse y poniendo en juego de nuevo la iniciativa del punto que ya era suya, es decir, puntos que ya prácticamente se sumaban a su marcador; ella misma provocaba, la mayoría de las veces, que se le restaran por pensar que su juego es de fondo y que no tiene nada que hacer en la red.
No porque tengamos un estilo de desenvolvimiento en la cancha, quiere decir que el 100 por ciento de las veces tengamos que seguirlo sin realizar mejoras estratégicas que nos pueden poner por encima de nuestro oponente y llevarnos al triunfo.
Las curiosidades
Sabían ustedes que las figuras del tenis mundial Kim Clijsters y Lleyton Hewitt, de Bélgica y Australia, respectivamente, quienes ya se encuentran comprometidos, se conocieron cuando Kim le pidió un autógrafo al australiano para su hermana Elke Clijsters en el Abierto de Australia edición 2000.
