Los hermanos José Luis y Salvador Ríos Ruiz, luego de evadir a la justicia por siete años, fueron capturados en la ciudad de Tijuana, Baja California, por el delito de homicidio calificado en agravio de su añejo rival Enrique Noriega Gurrola, de 24 años de edad.
La muerte del padre de familia se registró en el año 1997, en el poblado Santiago Bayacora, lugar donde los involucrados tienen su domicilio y al parecer la muerte fue producto de problemas que hay entre sus familias y al no existir otra manera de resolverlos planearon el atentado para liquidar a Enrique.
Fue por el mes de junio del año señalado cuando José Luis y Salvador, actualmente con 38 y 34 años de edad, respectivamente, planearon encontrarlo de camino a su hogar e indefenso, ya que según versiones de algunos testigos en ese momento traía en los brazos a su pequeño vástago de cinco meses de edad, de nombre Cristian Eduardo.
Mientras uno vigilaba por la calle donde venía, otro de ellos sacaba el arma con que le quitarían la vida, una pistola calibre .22 tipo escuadra. Al tenerlo a distancia de tiro quien portaba el arma abrió fuego, sin considerar que en ese momento su oponente no podría defenderse al cargar a su pequeño hijo.
De inmediato al caer, Enrique fue ultimado tras recibir toda la carga de la pistola, mientras el llanto del pequeño que había resultado ileso ponía en alerta a los vecinos, que rápidamente dieron parte a las autoridades.
Por la prontitud que ameritaba el caso, elementos de la Sección de Homicidios se dieron a la tarea de buscar a los asesinos, pero al investigar tuvieron conocimiento de que los hermanos se habían refugiado en los Estados Unidos.
Posteriormente, José Luis y Salvador se trasladaron a Tijuana, en donde trabajaron por largo tiempo en una maquiladora de ropa, lugar donde fueron capturados por agentes ministeriales de ambas entidades y trasladados a esta ciudad, donde fueron puestos a disposición del juez penal correspondiente por el delito de homicidio calificado.
