La detención la lleva a cabo la Policía Preventiva de Gómez Palacio.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- “Que me maten... que me maten a balazos... que me maten mis hermanos”, gritaba entre sollozos César Miguel Gómez Alonso de 20 años, quien fue identificado y capturado por policías preventivos comisionados a la colonia El Campestre. El sujeto es el presunto homicida de su madre, Guadalupe Amalia Alonso Carranza, asesinada la noche del martes seis de enero, en su casa ubicada en la colonia Fuentes del Sur, en Torreón, Coahuila.
“No quiero hablar mal de mi madre... estaba bien loco, creía que me tenía embrujado... la vi como un monstruo y me le eché encima”, confesaba en la cárcel municipal, el hijo que aceptó ser adicto al alcohol, la mariguana y cocaína.
Vestido sólo con una chamarra delgada color naranja, un pantalón de mezclilla, tenis blancos con tres franjas negras; con la cara demacrada, cabello desaliñado: César Miguel, conocido por sus amigos como “El Locotón”, integrante de la pandilla “Los 13” de la colonia Luis Echeverría se manifestaba arrepentido, hablaba con voz quebrada y las lágrimas intentaban salir de sus ojos.
El detenido dijo que tenía días sin comer. Después del homicidio se dedicó a vagar por las calles de Gómez Palacio, luego se fue a Lerdo, anduvo hasta en el medio rural, cerca del parque Raymundo.
Mientras el presunto narraba con detalle los hechos, los presos de las celdas vecinas estaban molestos. Insultos de todo tipo eran lanzados al asesino. “Cuéntale las muelas al que no tenga, hijo de la ch...” gritaba un infractor que dijo no creer nada del ‘teatro’ ”.
En la Dirección de Seguridad Pública Municipal se informó oficialmente sobre la captura del probable parricida, cuando deambulaba por las calles Madrid y Praga de la colonia El Campestre, a las 14:30 horas, en actitud sospechosa.
Los tripulantes de la unidad F-190 le marcaron el alto y lo sometieron a una revisión corporal, encontrando una “paloma” de mariguana. Uno de los patrulleros observaba el rostro del infractor, la cara pareció conocida. El agente regresó a su vehículo y tomó un periódico... ahí estaba una foto idéntica al detenido: el principal sospechoso de asesinar a su madre en días pasados.
De inmediato se avisó a los superiores, era importante verificar el dato correcto. Los patrulleros se trasladaron a los módulos de detención, ya no había dudas, el sujeto correspondía a la foto del homicida. Fue trasladado ante el Ministerio Público de la Subprocuraduría de Justicia en Durango.
El día del homicidio
Todavía perturbado por los efectos de la droga, César Miguel Gómez Alonso describió las acciones sobre el día en que ultimó a su madre. El problema surgió porque el hijo le pedía a la madre dinero. La señora se negó y las cosas salieron de control.
Asustada por la conducta amenazadora de su hijo, Guadalupe Amalia intentó ahuyentarlo y tomó un cuchillo de la cocina, según aseguró el presunto homicida. Completamente en estado de intoxicación mixta, César tomó el cuchillo por el filo y se lo arrebató a su madre, provocándose una profunda herida en los dedos de la mano izquierda.
“Estaba bien loco... bien loco... no quería...” decía César en la cárcel durante su narración y agregó “le pegué en la cabeza y le dí con el cuchillo, no me acuerdo cuántas veces, después me volví loco”.
Enseguida, fuera de sí, el hijo asesino buscó y tomó algunos objetos de valor para luego huir de la casa donde su madre se acababa de cambiar hace tres meses.
“Fui a un bazar por la Cuauhtémoc, me dieron 700 pesos, compre más droga por el cerro, en la colonia La Fe, luego me fui a un hotel y después me salí, andaba caminando por todos lados... me iba a entregar”.
Como se informó oportunamente, la noche del martes seis de enero, en el interior de su domicilio de la colonia Fuentes del Sur, fue brutalmente asesinada Guadalupe Amalia. Los primeros reportes indicaban que el homicida dejó abiertas las llaves del gas para simular un suicidio.
La occisa tenía 41 años de edad. Vivía en Cerrada San Rito No. 317 del citado sector habitacional, donde también habitan dos de sus hijos: Manuel Alberto y César Miguel, ambos de apellidos Gómez Alonso, de 24 y 20 años respectivamente. Un tercero, de nombre José, reside en León, Guanajuato.
Las primeras indagatorias fueron realizadas por Yolanda Ezqueda Moreno, agente en turno del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, mesa uno, Coordinación “A”.
La víctima hizo una llamada a las 16:00 horas del martes, preguntando por su hijo Manuel Alberto y llegó a su casa dos horas después.
Vecinos del lugar comentaban que la familia Gómez Alonso se mantenía apartada, toda vez que con frecuencia se escuchaba música a todo volumen y eran muy quisquillosos para atender las quejas al respecto.
Con la oportuna intervención de la Policía Preventiva de Gómez Palacio, y la astucia de los patrulleros de la unidad F-190, se logró la captura del presunto responsable del primer homicidio registrado de 2004 en Torreón.
El hallazgo
A oscuras y perfectamente cerrada, Manuel Alberto encontró la casa de su madre, Guadalupe Amalia, cuando regresó el martes seis de enero a las 22:30 horas. En su interior se escuchaba que uno de los televisores estaba encendido a todo volumen.
Cuando entró, percibió de inmediato un fuerte olor a gas, por lo que se dirigió a la cocina observando que las cuatro llaves de la estufa estaban completamente abiertas, procediendo a cerrarlas y luego a ventilar la habitación.
Al acudir a la sala donde estaba el televisor a todo volumen, encendió la luz y fue cuando hizo el impactante descubrimiento: el cuerpo de su madre, con el rostro y cráneo ensangrentados, se hallaba sobre uno de los sillones.
En la cara se observaban las huellas de golpes, al parecer realizados con un objeto contuso, así como diversas heridas cortantes en manos, brazos, pecho y una más en la región lumbar (espalda baja) de la infortunada víctima.
De acuerdo a los resultados de la necropsia, Guadalupe Amalia falleció a consecuencia de una broncoaspiración secundaria al traumatismo craneoencefálico que sufrió debido a los fuertes golpes que le propinaron. De momento, dijo Yolanda Ezqueda Moreno, no se cuenta con un presunto responsable, por lo que se siguen varias líneas de investigación para dar con la identidad y el paradero del homicida.
