Pekín, (EFE).- Dos campesinos del noreste de China fueron condenados a penas de cuatro y nueve años de cárcel por comer carne de tigre siberiano, especie en peligro de extinción oriunda de la zona, informó la agencia estatal Xinhua.
Zhang Licheng y Gong Weisheng, de la provincia de Heilongjiang (fronteriza con la región rusa de Siberia), vivían de los animales que cazaban en los bosques cercanos, en general ciervos y liebres, y en febrero de 2003 encontraron un tigre siberiano en una de las trampas que solían colocar.
Conscientes de que el animal, del que sólo quedan 20 ejemplares en libertad en el país, está protegido por las leyes medioambientales chinas, decidieron ocultar la noticia a las autoridades, que no se enteraron hasta un año después.
Zhang y Gong dejaron al tigre en la trampa hasta que éste murió de hambre, para posteriormente comer su carne, esconder los huesos y vender la preciada piel del animal.
En su defensa ante el juez, los campesinos alegaron que sabían que matar el animal era delito, pero no, dejar que muriera de inanición o consumir su carne.
El siberiano, que en el país asiático es llamado "tigre del noreste de China", es de mayor tamaño que otros de esta misma especie, tiene un color más claro, en ocasiones blanco, y es uno de los mamíferos más raros del mundo, del que sólo hay 400 ejemplares en libertad, la mayoría en Rusia.
En la ciudad china de Harbin, en la misma provincia donde ocurrió el suceso, hay una importante reserva de estos animales, de la que en 2002 escapó uno y mató a su cuidador.