En Durango no existe un plan rector del desarrollo de la entidad que se utilice como instrumento a seguir para lograr el crecimiento armónico de todas las áreas productivas, sociales y de infraestructura que demanda el estado, reconoció el Coplade; sin embargo, señala que a pesar de ello hay elementos a seguir que tienen nivel de normatividad, como los planes de desarrollo estatal y municipales, entre otros.
Coplade considera necesario que se cristalice un proyecto de gran visión para que las administraciones venideras no improvisen ni impongan visiones distintas a las que ya se han trazado para Durango.
La instancia reconoce que existen varios diagnósticos que ventilan la realidad, los aciertos, las debilidades, las amenazas y las fortalezas del estado de Durango, sus regiones y sus municipios. Sin embargo, el más reciente estudio al que debería dársele seguimiento, según la dependencia estatal, es al Proyecto de Gran Visión del Programa para la Competitividad Sistémica Durango 20-20.
Recursos no son propiedad de la administración
Debido a que los recursos públicos no son propiedad de una administración, sino que se entregan con carácter institucional, los gobiernos estatal y municipales contarán con presupuesto para empezar a hacer obra durante el último trimestre del año en curso, el primero de su gestión, determinó el Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado (Coplade).
A partir del próximo mes de septiembre, dos de los tres poderes del Estado se renovarán en la entidad duranguense, con base en la decisión de los duranguenses en las urnas el 4 de julio: cambiarán de titulares el Ejecutivo, el Legislativo y las 39 presidencias municipales.
Roberto Galindo Novelo, subcoordinador del Coplade en Durango, dejó claro que el ejercicio fiscal de los recursos públicos se rige por años y no por periodos de gobierno.
Por esa razón, habrá de prevalecer el orden institucional, y eso significará que los nuevos gobernantes y representantes populares tendrán solidez económica para hacer frente a las tareas públicas de septiembre, octubre, noviembre y diciembre del año en curso.
Galindo explicó que aquellos proyectos que no se alcancen a concluir deberán recibir continuación de las administraciones que lleguen, tanto a nivel estatal como municipal, ?de manera que no llegarán en blanco, ni en recursos ni en proyectos?.
La planeación de las obras que deberán continuar las nuevas autoridades de Durango y sus municipios se deberá regir con base en el Plan Estatal de Desarrollo, dijo el funcionario, pues este instrumento cuenta con líneas de acción básicas a mediano y largo plazo también.
A decir del entrevistado, es difícil que se pierdan proyectos ya iniciados por capricho o por descuido de los nuevos gobernantes, dado que en muchos de los casos se trata de demandas importantes de la sociedad que, al ver iniciada una obra, no permitirán que se deje inconclusa o en el olvido.
?Por ejemplo, en la Zona de la Sierra de Durango, las principales prioridades o necesidades son dos: electrificación y vías de comunicación. Entonces, si en este Gobierno Estatal y durante las administraciones municipales se empezaron a dar avances a programas como el de la electrificación de la zona indígena del Mezquital, seguramente habrán de continuar los nuevos gobernantes con esas líneas de trabajo que ya se habían trazado?, estimó Roberto Galindo.