EN LA COLONIA EDUARDO GUTIÉRREZ YA NO TIENEN CONTENEDORES.
EL SIGLO DE TORREÓN
La falta de aseo en el sector y la quema de desechos provoca enfermedades.
MATAMOROS, COAH.- Además de vivir en una colonia que no cuenta con todos los servicios primarios, como pavimento y alumbrado, ahora tienen a un costado de sus casas terrenos que se usan como tiraderos de basura, lo que provoca además de enfermedades, disgustos.
El año pasado los vecinos de la colonia Eulalio Gutiérrez tenían unos contenedores de basura que cada mañana puntualmente recogían los camiones, por lo que no generaba problemas el hecho de que algunos comerciantes del centro de la ciudad tiraran ahí basura por las noches.
Sin embargo, en noviembre del año pasado los contenedores se quitaron, pero a los tiradores de basura no se les quitó la costumbre y cada noche regresan a dejarla en terrenos al sur de la ciudad, a un costado de la colonia.
A pesar de que los camiones pasan cada mañana y recogen los desperdicios, lo acumulado en los terrenos permanece ahí hasta que los vecinos, hartos del mal olor y de la contaminación visual, le prenden fuego.
Al principio no se quemaba la basura, pero muchos niños enfermaron a causa de la peste, por lo que comenzaron hacerlo.
Y aunque el humo ha provocado enfermedades respiratorias en algunos vecinos del lugar, prefieren tomar este riesgo antes de ver sus casas y familias consumidas por los desperdicios.
“Ya no peleamos tanto los contenedores, mejor que los dueños de los terrenos embarden, para que los tiradores ya respeten”, dijo Sandra, quien no quiso revelar su apellido por temor a represalias en su contra.
Esta ama de casa, acompañada por su marido y otras familias que la apoyaban, señaló que este problema se ha ido agravando por los enfrentamientos que han tenido comerciantes y vecinos, que se han hecho de palabras sin conseguir otra cosa más que una gran frustración e impotencia al ver que el problema sigue sin ser resuelto.
En los terrenos hay pañales, elotes, animales muertos, escombro, cemento, ropa, entre otros desperdicios, además de los respectivos montoncitos de cenizas de la basura que los vecinos ya quemaron.
Alerta
Estando húmeda la cuelga en un tendedero de mecate que le hizo su esposo en la parte trasera de su casa.
Mientras se seca, Aurora debe vigilar el cielo en busca del humo negro que produce la quema de basura de sus vecinos.
Ella sabe que se debe hacer así y está de acuerdo, pero cuando su ropa está secándose debe mostrarse muy alerta a cualquier señal de humo para correr a quitar sus prendas y meterlas a la casa.
Debe ser muy rápida o de lo contrario, el humo alcanzará los uniformes escolares de sus hijos y al día siguiente tendrán que ir con el olor impregnado y quizá hasta una mancha a la escuela.
Como Aurora, otras madres de familia cuelgan su ropa y miran al cielo, esperando que esta vez sus prendas se terminen de secar afuera.