SEVILLA, ESPAÑA.- Carlos Moyá tomó el relevo de Juan Carlos Ferrero a la hora de definir una final histórica para España y, si en la de Barcelona, en 2000, fue el valenciano quien tuvo el arrojo de ganar al australiano Lleyton Hewitt en el cuarto punto, ayer fue el mallorquín quien resolvió ante el estadounidense Andy Roddick.
Cuatro años después, los protagonistas han sido diferentes. Juan Carlos ganó sus dos puntos en el Palau Sant Jordi, venciendo primero a Patrick Rafter y después a Hewitt en un trepidante partido en el que acabó siendo aplastado por los entonces componentes del G-4, especialmente por Javier Duarte. Moyá ha hecho lo propio, ante Fish y Roddick y sin ceder un set.
En aquella ocasión barcelonesa, Moyá tuvo que ver la final desde el graderío. Su lesión de espalda le había mantenido lejos de las pistas y, aunque ya empezaba a jugar, su puesto en el equipo había sido cubierto por Albert Costa y Joan Balcells, éste último para el doble con Alex Corretja.
Ferrero fue el héroe de aquella final, porque además de asumir su compromiso de liderazgo, no le tembló el brazo a la hora de finiquitar la contienda y liberar de preocupaciones a Costa en el que podría haber sido el quinto punto de desempate.
En Sevilla, por unas circunstancias u otras, Ferrero no ha podido desempeñar su papel en los individuales. Su mala temporada, plagada de lesiones y enfermedades, y cambio de raqueta a última hora, puso en peligro su designación, pero aún así el G-3 confió en el valenciano.
Una ampolla en la mano derecha de Ferrero les decidió, no obstante, a tomar una decisión peligrosa: Rafael Nadal saldría en el puesto de Juan Carlos, y de acuerdo a cómo se desarrollara la eliminatoria decidirían después el domingo, en el quinto punto, si es que se llegaba.
Nadal explotó en el partido contra Roddick y, como sucedió en Brno contra la República Checa, en primera ronda, abrió el camino de la victoria al ganar el punto individual que España necesitaba y que el propio Moyá valoró hoy de forma elocuente. Pero el manacorí notó el esfuerzo, la pasión con la que celebra los puntos incluso pudo perjudicarle y quedó tocado y fue baja para el doble.
La solución de colocar a Ferrero con Robredo, el sábado contra los hermanos Bryan, dio cabida al valenciano en el equipo español pero sirvió de poco, porque los de California arrollaron sin piedad.
Con 2-1, todo pasaba por Moyá, el hombre con más ilusión del equipo, con más ganas de borrar sus pesadillas en Copa Davis. Y el mallorquín aceptó el reto como número uno, venció a Roddick con la autoridad que merecía y desterró definitivamente su desgracia en esta competición siendo el líder.
Un sueño hecho realidad?
Carlos Moyá, aun emocionado por el triunfo que dio a España el punto necesario para ganar la Copa Davis, aseguró que se cumplió ?el sueño de muchas noches. Se ha hecho realidad?.
?No se puede pedir más. Ha sido una sensación increíble, algo fantástico, no tengo palabras para describirlo?, dijo el tenista español que fue acogido a su llegada a la sala de conferencias con una ovación
Moyá subrayó en todo momento que ?me he despertado muchas noches soñando con este momento... y vivirlo con casi 30,000 espectadores es algo increíble. Lo mejor que recuerdo?.
?Los esfuerzos han valido la pena?, argumentó Moyá quien basó su triunfo en la obsesión, pues ?para alcanzar los objetivos para mí es necesario obsesionarme? y trabajar ?como lo he hecho desde hace unos dos meses, desde que nos clasificamos para la final?.
El jugador español también destacó el que ha sabido aprovechar el ?momento, grande para mi? el que ?esperé muchos años, y para el que me mentalicé para no fallar. Si no lo aprovechaba, no sería un ganador?.
?Eso me ha metido más presión. Pero esto existe y el que no quiera asumirla no sirve para esto?, indicó Moyá.
Requerido sobre las diferencias de la final de 2000, donde Ferrero ganó el último punto, y ésta donde lo hizo él, Moyá dijo ?entonces Ferrero fue el héroe y yo no estuve. Hoy he sido yo el que ganó dos puntos para dar el triunfo a España?.
?Ha sido muy importante el hecho de ganar a un país tan grande como Estados Unidos?, dijo.
Moya alabó el juego y la personalidad de Roddick: ?lo que puedo decir de él es que es un gran campeón, pese a que haya perdido sus dos partidos?.
?Hoy no le presté tanta atención como el viernes, cuando jugó con Rafa, en donde luchó y cambió de táctica para aguantar todo el partido. Hoy intenté hacerle jugar, que corriese, Lo he conseguido y gané?, abundó Moyá.
En cuanto al público, Moyá dijo ?creo que la actuación del público es parte del juego, del atractivo que tiene la Copa Davis?, aunque también dijo comprender ?que a veces moleste, pero es muy similar a donde vayas?.
