TORREÓN, COAH.- Carlos Rodríguez Márquez, segunda base de Vaqueros Laguna, anunció ayer su retiro oficial del beisbol, ayer en entrevista exclusiva desde su hogar en Columbus, Ohio.
Hijo de Leonardo “Negro” Rodríguez, Carlos dice sentir nostalgia por la decisión que ha tomado, ya que juega beisbol desde pequeño, aunque señala que en su caso llegó el momento de pensar más en la familia, a la que quitó mucho tiempo el año pasado, por su participación con Vaqueros Laguna.
“Me llegó el momento de pensar más en la familia, el año pasado estuvieron conmigo en Torreón hasta la recta final de la temporada, por problemas con la escuela de mis hijos; es algo muy difícil para mí, porque Carlos, el mayor, tiene siete años; Adriana cuatro y la menor es Lidia, de tres; mi esposa se llama Susan y afortunadamente siempre apoya mis decisiones”.
Carlos Rodríguez explica que hace dos semanas habló con José Juan Bellazetín para informarle sobre una oferta que recibió de parte de una escuela de beisbol infantil; “En aquel entonces le comenté al ‘Piri’ que había posibilidades de comprar algunas acciones de esta escuelita, situación que de darse, me iba a impedir seguir como pelotero activo; el martes hablé con José Antonio Mansur y le informé que el proyecto había concretado, por lo que definitivamente me retiro”.
El jugador nacido en el Distrito Federal tiene gratos recuerdos de la Comarca Lagunera: “mi padre nació en Tlahualilo y la gente lo recuerda mucho, en lo personal tengo muchos amigos en Torreón y puedo decir que en ninguna parte me he sentido tan a gusto como pelotero; ahí la gente es apasionada y conoce bastante de beisbol, creo que vivimos muchos momentos felices, porque en lo personal siempre me brindé al cien por ciento y es bonito cuando la gente reconoce el esfuerzo”.
Rodríguez Márquez explica que a su regreso del Panamericano en República Dominicana, aún mantenía la intención de jugar en Liga Mexicana de Verano: “cuando me llega la oferta para comprar unas acciones de la escuela, me siento a platicar con mi esposa y juntos tomamos la decisión; en verdad me duele bastante porque desde niño juego beisbol, además, en Torreón me he sentido como en mi casa, es mucho más agradable jugar en La Laguna que en Reynosa, sobre todo con las mejoras que se hicieron en el Estadio de la Revolución”.
El segunda base que jugara con los Yanquis de Nueva York afirma tener cuerda para jugar cinco o seis años más, aunque al cien por ciento considera que podría hacerlo dos temporadas: “definitivamente voy a extrañar la pelota, ahora estoy en el beisbol, pero desde otro nivel, ya le dije a José Antonio Mansur que aquí estoy para lo que se ofrezca a la organización, si puedo colaborar, con gusto lo haré”.
Habla de Vaqueros 2003
Sobre la actuación de Vaqueros Laguna la temporada anterior, Carlos Rodríguez señala: “empezamos muy bien, el pitcheo funcionó y el equipo bateaba, pero de pronto los lanzadores se cayeron y empezaron los problemas, todavía a mitad de la temporada estábamos en la pelea, pero después el equipo se desmanteló y sabíamos que no llegaríamos lejos”.
A pregunta expresa, habló sobre el manager, Alex Taveras: “La directiva contrató un manager conocedor, pero su problema fue creer que en La Laguna nadie sabía de beisbol y esa fue su perdición, además, le gustaba regañar y era enojón; los peloteros jóvenes se acercaban a nosotros los veteranos para quejarse del trato que les daba Alex Taveras, el consejo era que cada manejador tenía su estilo y trataran de aguantar, porque en ocasiones nada más se puede hacer”.
“Polvorita”, un acierto
Al enterarse de que Gerardo Sánchez era el nuevo manager de Vaqueros Laguna, Carlos Rodríguez manifestó su alegría, al considerar al “Polvorita” como un gran profesional y buenos conocimientos del beisbol: “Conocí a Gerardo en la Liga del Pacífico, yo jugaba con Hermosillo y él con Mexicali; es un gran profesional con todas las letras, ojalá haga un buen trabajo, para beneficio del equipo y sobre todo, de la afición”.
No quiso despedirse sin aclarar lo sucedido en la pretemporada de 2003: “nunca dije el año pasado que me retiraba del beisbol, lo que sucedió fue que al llegar una nueva directiva, algunas cosas fueron diferentes, en mi caso no estaba de acuerdo con lo que me ponían sobre la mesa, afortunadamente llegamos a un arreglo, vine al equipo y me voy agradecido porque siempre me trataron muy bien; quise aclarar este punto, pero no tuve oportunidad y qué bueno que ahora se presenta la oportunidad”.
Para finalizar, Carlos Rodríguez Márquez envía un mensaje a la afición lagunera: “Quiero decirles que la decisión que he tomado me dolió en el alma, recuerdo con mucho cariño los momentos felices que viví junto al público en Torreón; ya jugué beisbol bastante tiempo y ahora les pido una disculpa, pero creo que ha llegado el momento de pensar más en mi familia, sobre todo si estoy en lo que me apasiona”.
