MÉXICO, DF.- Mario Carrillo pisa un terreno peligroso. El técnico del América está a un partido de igualar la racha sin triunfos más larga de las Águilas en torneos cortos del futbol mexicano, por lo que, de no superar el próximo jueves al Atlante, el hilo del que pende su continuidad adelgazaría aún más.
Manuel Lapuente (Torneo Clausura 2003) y Leo Beenhakker (Torneo Apertura 2003) son los hombres que poseen el poco honroso récord de mayor ausencia de triunfos en Coapa, cinco partidos. No obstante, la racha no significó su salida de la institución.
Pero el caso de Carrillo es más complicado, ya que el conjunto azulcrema necesita cosechar la mayor cantidad de puntos posible en los siete duelos que le restan al torneo, pues no alcanzar un lugar en la Liguilla sería otro fracaso, basándose en la inversión realizada antes de iniciar el campeonato. Aunque no hay que olvidar que él no fue quien armó el plantel.
No cesar a Lapuente y Beenhakker pareció tener argumentos extracancha. En el primer caso, es la persona que los guió a su más reciente campeonato, lo que le permite gozar de gran popularidad en el club, prueba de ello es que actualmente funge como directivo y siempre es una opción para el banquillo.
Por su parte, el regreso de Beenhakker representó la ilusión del inicio de una época exitosa para el equipo. El recuerdo del futbol desplegado en la temporada 1994-1995 hizo que los altos mandos azulcrema se armaran de paciencia, aunque, a la postre, el holandés no respondió a las expectativas.
A Carrillo parece aún darle dividendos la racha de diez cotejos sin derrota que tuvo al comienzo del Apertura 2002, cuando cubrió a Lapuente, quien se fue de vacaciones. "Yo soy quien pone la alineación y quien tiene la culpa", aseguró, después de la estrepitosa caída ante los Pumas por 3-0.
"Ellos (los jugadores) son los últimos culpables y pienso que han dado más de sí. No han sido displicentes. Para mí, el equipo no se cayó".
Incluso, el revés del domingo colocó más presión sobre el actual timonel del América, al presentarse frente a uno de los acérrimos rivales de la institución, algo que a estrategas como Ricardo Antonio La Volpe, Carlos Kiesse, Alfio Basile y hasta Gonzalo Farfán, no les fue tolerado.
Si bien es cierto que la directiva americanista ha mostrado inconsistencia y su nivel de paciencia no ha sido el mismo con diferentes directores técnicos, también es una realidad que los números de Carrillo en esta etapa son muy malos, así que apostar por su continuidad es un auténtico albur.
Incluso, su productividad es más baja que la de su antecesor, Óscar Ruggeri, a quien la directiva despidió argumentando que su estilo de juego defensivo no iba con la esencia del club, por lo que se contrataría a alguien diametralmente opuesto.
Bajo el mando del "Cabezón", las Águilas sumaron siete puntos en seis fechas, mientras que con Carrillo acumulan una en cuatro, por lo que sólo tendrían la misma cosecha en caso de superar al Atlante y al Pachuca, sus dos próximos rivales.
"Estamos mal, es una realidad", reconoce. "El América es un equipo especial, que debe ganar y agradar". Pero en este momento, la prioridad de las Águilas y su entrenador es la victoria, pues la paciencia directriz puede llegar pronto a su fin.