EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Carta desde el paraíso.../Hora Cero

Roberto Orozco Melo

Queridos lectores: Les escribo desde este limbo virtual que es la República Mexicana, sitio donde coexisten dos Méxicos; maravillosos aunque lejanos, distintos y antagónicos. Uno está integrado por las entidades federativas, (“el interior” dicen desdeñosamente los capitalinos). El otro es el Distrito Federal, ese pequeño territorio en el cual se abigarran, compiten, sufren, gozan, delinquen, protestan y desesperan casi diez millones de mexicanos, más los 12 ó 14 que pueblan las áreas de su entorno.

La división simplista ilustra el drama económico, social y político de nuestro país: por una parte las entidades, sus regiones y sus municipalidades una contrastada geografía que el poeta Ramón López Velarde cantó en bellas metáforas en “La Suave Patria”, por la otra, la monstruosa megacapital con sus políticos siempre en vela…

“Tu superficie es el maíz” escribió el poeta; pero el maíz ya no alfombra el territorio de la patria y las minas ya no son “el palacio del rey de oros” pues agotaron las reservas de metales preciosos que durante 300 años de la Colonia enriquecieron a España y decoraron las iglesias de Europa; el petróleo que nos “escrituró” el diablo es hoy como ayer beneficio de unos cuantos y soporte fiscal de la prevaricación de los gobernantes. Seguramente López Velarde no conoció bien a bien el fenómeno del bracerismo zacatecano, pues hubiera mejorado su verso “y el relámpago verde de los loros” con el que Efraín Huerta en su paráfrasis: “…y el relámpago verde de los dólares”.

No se puede conciliar, pacientes amigos, la visión poética de López Velarde con la prosaica realidad de nuestro tiempo. Los mexicanos sufrimos pobreza, desde siempre, a pesar de ser ricos, desde siempre. Y es que, desde siempre, hemos sido incapaces de transformar nuestra cornucopia de calendario en medio eficaz para alcanzar el desarrollo económico y el progreso de los mexicanos. Hoy mismo, en el siglo XXI, estamos anclados a viejos e inoperantes conceptos históricos; si antes válidos e ingentes, ahora pesados y lastrantes para continuar nuestro viaje a la aldea global iniciado hace 20 años, por obra y gracia de M de la M... y sucesores...

Centralismo y autoritarismo, otros vicios seculares, han sido factores determinantes en la actual confusión política y su consecuente atolladero. En 1929 nadie preguntó a los mexicanos si queríamos a un presidente de la República centralista, autoritario y controlador. Y lo tuvimos y sostuvimos bajo el embozo de la justicia social, donde también se ocultaron vicios viejos y nuevos de la estructura burocrática. El presidente Lázaro Cárdenas creó el presidencialismo absoluto, lo amarró al natural autoritarismo de su formación castrense y el Partido Nacional Revolucionario sirvió eficazmente al control político ejercido por Cárdenas y sucesores en todo el país...

En la actualidad, ustedes lo saben, vegetan en la congeladora de la Cámara de Diputados dos proyectos legislativos fundamentales para el progreso del país dentro del contexto globalización: la Reforma Energética y la Reforma Fiscal. Las iniciativas giran en el vórtice de un complejo antagonismo electoral, envuelto en denuncias de orden ético contra funcionarios del Gobierno del Distrito Federal, por lo cual usted, lector y yo podríamos preguntarnos:

¿Por qué los partidos políticos mexicanos no pelean causas nobles y justos objetivos? ¿A qué se debe que no aplican su capacidad de urdir para convencer, en vez de urdir para disuadir? Y les diríamos: ¡Cuánto agradecerían los ciudadanos que los medios de comunicación informasen sobre la realización de un concilio político para destrabar las estáticas reformas que tanta falta hacen al país! ¡Con cuántas ganas aplaudiríamos todos el anuncio de un esfuerzo conjunto a favor de la Reforma de Estado, que le urge a México!.. Toneladas rebosantes de encomio merecería la decisión del Presidente de la República de asumir su papel de árbitro regulador de las diferencias partidistas, en vez de ser el principal gladiador de todas las batallas!

El tiempo no espera, corren veloces los días, las semanas, los meses y los años y muy pronto el Gobierno, los senadores, los diputados, los magistrados de la justicia, los gobernadores de las entidades, los partidos políticos y finalmente la sociedad entera va a estar ante un nuevo proceso electoral. ¿Qué podrán decir los políticos y sus partidos al electorado? ¿Qué justificantes podrán aducir para pedir otra vez el voto ciudadano sin enrojecer de vergüenza? ¿Y qué vamos a pensar los votantes de esta recién estrenada democracia que nos permite elegir por mayoría a un presidente de la República, que no supo a qué fines resultó electo? Hay violentas manifestaciones en la capital, explosiones en la beatífica Cuernavaca, reconcomias en todos los estados, crece el desempleo y la pobreza avanza; pero la visión presidencial es que casi vivimos en el paraíso. Bendito sea Fox, que sueña tan bonito…

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 90943

elsiglo.mx