Destrozan precipitaciones pueblo inglés y anegan Estambul.
EL SIGLO DE TORREÓN / AGENCIAS
ANKARA, TURQUíA.- Intensas lluvias durante los últimos días han dejado muerte y desolación en diferentes países, ayer Estambul sintió todo el poder de la madre naturaleza cuando las fuertes precipitaciones anegaron la ciudad dejando a miles de hogares bajo el agua.
Al menos dos mil 500 viviendas en la capital turca sufrieron graves daños, en algunas zonas de la ciudad el agua llegó a alcanzar los dos metros de altura, debido a las lluvias más intensas que se han reportado en los diez últimos años y que, según señala el centro meteorológico del país, continuarán durante los próximos días.
El alcalde de Estambul, Kadir Topbas, advirtió ayer en una rueda de prensa del peligro de inundaciones a los habitantes, en especial a los residentes en áreas bajas, a los que aconsejó que se refugiaran en pisos altos en previsión de las fuertes lluvias.
Topbas agregó que se esperaba que en pocas horas cayera la misma cantidad de agua que normalmente se recoge en un año.
El ayuntamiento de Estambul ha establecido un centro de crisis desde el que se coordinan las medidas necesarias para proteger a sus habitantes de los efectos de las inundaciones.
La carretera que comunica el aeropuerto de Ataturk con el centro de la ciudad fue cerrada, además de ser suspendida la navegación entre la parte asiática y la europea de Estambul.
Las inundaciones afectaron también a la localidad Izmit, a 70 kilómetros al este de Estambul, en la región del mar Negro, donde cincuenta casas y varias oficinas resultaron anegadas.
Los equipos de rescate continúan con las labores de búsqueda en varios distritos, como Esenler, Gungoren y Zonguldak, donde siguen en paradero desconocido un padre y su hijo, que supuestamente fueron arrastrados por las aguas.
La pasada semana, tres niños murieron y su madre fue rescatada herida al ser arrasada su casa por las lluvias torrenciales que azotaron Estambul.
Buscan a 15 personas
Mientras tanto, las fuertes lluvias que asolaron parte de Europa en las últimas horas dejaron arrasado al pueblo costero de Boscastle, en la región de Cornualles, al suroeste de Inglaterra, obligando a la evacuación de 120 personas que tuvieron que ser rescatadas mediante helicópteros de los tejados y árboles en los que se habían refugiado, informaron ayer medios británicos.
Buceadores de la policía y un equipo especial de rastreo de cuerpos inspeccionan las decenas de coches que fueron arrastrados por las calles de Boscastle, inundadas en pocas horas a causa de la fuertes lluvias caídas en un corto período de tiempo.
En poco más de dos horas, informó el Servicio Meteorológico, en el entorno de Boscatle cayó tanta agua como el registro medio de precipitaciones para todo el mes de agosto.
La policía informó de que “sigue sin haber noticias” de 15 personas, con las que sus familiares no han conseguido contactar, pero recordaron que en muchas zonas los teléfonos móviles quedaron fuera de cobertura a causa de la tormenta.
“Debo subrayar que no hay información de víctimas, pero todavía seguimos sin noticias de un número de personas”, dijo Baxter Provan, portavoz de la policía de Devon y Cornualles.
Al margen de las personas en paradero desconocido, sólo hubo ocho heridos, que fueron tratados de pequeñas contusiones.
Buena parte de Boscastle está acordonada por la policía, mientras se hace un registro minucioso de viviendas, casas y vehículos.
Un portavoz policial, informó de que los vecinos no tendrán permiso de regresar a sus casas al menos hasta hoy miércoles, debido a que “algunos edificios pueden haber sufrido daños estructurales de importancia”.
A su paso por las calles de la pequeña localidad, según el responsable de emergencias de Cornualles, Richard Fedorowitz, “la corriente de la riada llegó a alcanzar una velocidad de 64 kilómetros por hora”.
Cuantiosos daños
Por otra parte, la India, Bagladesh y Nepal se recuperan lentamente tras las lluvias monzonicas que azotaron al continente asiático, dejando al menos dos mil personas muertas y millones de damnificados.
Con la retirada de las aguas, que cubrieron grandes territorios durante casi dos meses, se propagaron rápidamente brotes de diarreas, cólera y tifoidea, debido a la contaminación de las fuentes de suministro del vital líquido.
En Bangladesh miles de kilómetros de caminos, puentes, escuelas y otros edificios públicos fueron destruidos y dañados, en lo que el Gobierno estimó como pérdidas para la nación equivalentes a siete mil millones de dólares.
Entretanto, fuertes lluvias azotaron también a Pakistán en donde se registró ayer la muerte de cuatro miembros de una familia, al colapsarse una humedecida pared de un viejo edificio en la ciudad de Lahore. Las autoridades han alertado a los pobladores para que abandonen la zona debido a los riesgos, sin embargo, centenares se niegan a desalojar los inmuebles por las bajas rentas.
Golpe climático azota a Guatemala
Un estudio para determinar los daños causados la faltas de lluvias y otros fenómenos climáticos es desarrollado por el ministerio de Agricultura para cuantificar las pérdidas y el número de familias afectadas durante la presente cosecha, se informó ayer.
Una portavoz del viceministro de Agricultura Billy Estrada dijo que al conocer los resultados de esos estudios podrán confirmar la veracidad de una denuncia formulada por grupos de campesinos que afirman que la falta de lluvias “podría llevar a la ruina a unas 76 mil familias”.
La fuente dijo que si bien se han registrado algunas irregularidades climáticas aún no tienen cifras determinantes respecto al daño sufrido.
Esa es la posición del ministerio de Agricultura respecto a la denuncia formulada por la Plataforma Agraria que exigió al Gobierno que declare una “emergencia agraria” por la crisis que enfrentan miles de familias.
Uno de los coordinadores de la Plataforma Agraria, un centro de análisis de la problemática del sector para las organizaciones campesinas, Juan Tuyuc afirmó que 76 mil familias “podrían quedar en la ruina al perder sus cultivos” si el Gobierno no emprende acciones de apoyo para ellos, según declaraciones publicadas el martes por la prensa local.
Sugirió a las autoridades que se declare un plan de “emergencia agraria” para impedir que la situación se agrave con hambruna y otros problemas como la pérdida de terrenos.
ENLÚTESE “RANANIM” A CHINA
Al menos 164 muertos y 24 desaparecidos es el saldo provisional de víctimas tras el paso del tifón “Rananim” por la provincia oriental de Zhejiang, informaron ayer, las autoridades locales.
“Este es el tifón más destructor que abate las costas chinas desde 1956”, señaló el portavoz de la Oficina de Información de Zhejiang, provincia limítrofe con la municipalidad de Shanghai.
El tifón que castigo a China la noche del pasado jueves afectó a 13 millones de personas en 75 municipios de Zhejiang (45 millones de habitantes), destruyó 64 mil 300 viviendas, inutilizó mil 163 carreteras y mató 55 mil cabezas de ganado.
Según las previsiones iniciales, las pérdidas económicas ascienden a 2.2 millones de dólares sólo en esta provincia, la más rica de China y donde más de 400 mil hectáreas de cultivos han resultado destruidas.
Las autoridades evacuaron en los últimos días 467 mil 900 personas residentes en los pueblos del interior, más proclives a los desprendimientos de tierra y peor dotados para enfrentarse a fenómenos climatológicos extremos.
Además, nueve mil 900 pesqueros han permanecido amarrados a puerto desde el pasado jueves, decisión que ha minimizado el número de víctimas mortales, según las autoridades.
Este tifón, el decimocuarto que se abate contra las costas de Zhejiang este año, podría compararse por su violencia con el que golpeó esta provincia en 1997 y dejó un saldo de 236 muertos y 2.3 millones de dólares en pérdidas económicas.
