29 de enero de 2004.
Santo Domingo, (EFE).- Al menos cinco personas han muerto en República Dominicana durante la huelga de 48 horas contra la carestía de la vida que inició hoy su segunda jornada, confirmaron los convocantes del paro.
Rigoberto Amparo murió hoy en la provincia La Romana (este) en medio de enfrentamientos de manifestantes con miembros del Ejercito, informó Ramón Pérez, portavoz de la Coordinadora de Organizaciones Populares.
También falleció hoy Claudio del Orbe en el sector Los Alcarrizos, oeste de Santo Domingo, en circunstancias parecidas, según el sindicalista.
Pérez dijo que Francisco Antonio Valerio, de 24 años, murió en la noche del miércoles en Santiago (norte) en momentos en los que tenían lugar enfrentamientos con la Policía.
Asimismo, Carlos Suero murió en Nagua (noroeste) tras recibir un balazo en la cabeza cuando dormía en su domicilio, mientras que Luciano Hinirio falleció en San Pedro de Macorís (este) tras resultar herido por una pedrada.
La segunda jornada de huelga comenzó hoy con el respaldo de la mayoría de los comercios y un escaso flujo de vehículos, aunque ha aumentado con respecto a este miércoles.
En el barrio de Capotillo, al norte de Santo Domingo, resultó hoy herido Luis Antonio de la Cruz, de 26 años, a quien le explotó una bomba de fabricación casera en una mano amputándole varios dedos, según dijeron testigos presenciales. El herido fue trasladado al hospital Francisco Moscoso Puello, en Capotillo, mientras en las calles son vigiladas por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Pérez denunció que hay más de setenta heridos y unos 300 dirigentes populares detenidos en todo el territorio nacional y destacó el respaldo recibido por la huelga "que se mantiene en un 97 por ciento" en todo el país. Entre los heridos también figura Clemente Reynoso, quien se encuentra grave en un hospital de Bonao (norte), según Pérez.
El paro nacional está previsto que concluya mañana, viernes, a las seis de la mañana.
Las organizaciones sindicales y populares convocantes piden al Gobierno que detenga la escalada alcista de los precios de los combustibles y productos de primera necesidad que exaspera a la población.
El presidente Hipólito Mejía dijo hoy a la prensa que "todos perdemos con la huelga", mientras los convocantes le acusan de permanecer "sordo y mudo" ante los reclamos del pueblo.
