Japón (EFE).- El tren bala llega a la madurez. Aunque su fecha de nacimiento se marcó el 1 de octubre de 1964, en realidad la idea de unir las islas japonesas, fue concebida desde antes de la Segunda Guerra Mundial.
Hoy en día, esa vía ha recorrido más de mil 500 millones de kilómetros, un poco menos que la distancia que hay entre el Sol y Saturno, que es de casi mil 430.
Shimonoseki, un puerto pesquero situado al suroccidente de Honshu, fue el origen de todo. Honshu es la principal isla de Japón, y la idea de unirla con la capital japonesa avanzó bastante durante la guerra: algo de tierra se puso para el tramo Tokio-Osaka y se adelantó la construcción de los túneles, pero el plan fue abandonado para dedicar todos los recursos a la defensa de Japón.
En la década de 1950, la economía japonesa se había recuperado con extraordinaria velocidad, y la producción industrial en su máximo nivel, contrario a la red ferroviaria, cuya capacidad resultaba insuficiente para un país en pleno crecimiento.
Las principales líneas estaban saturadas, y fue cuando, a final de la década, inició un plan de construcción masiva de vías de tren.
Fue entonces cuando se destino una enorme inversión en transporte, incluida la construcción del ?Takaido Shinkansen?, el primer tren de pasajeros de alta velocidad y que reducía los 515 kilómetros de distancia entre las ciudades de Tokio y Osaka, al recorrer 210 kilómetros por hora.
Esta velocidad, cambió la historia de los ferrocarriles y demostró lo que en el futuro serían los transportes de alta velocidad.
Desde entonces, el Takaido o tren bala tiene la reputación, no sólo de ser el primero, sino de ser uno de los más seguros y puntuales del mundo: en 40 años no ha sufrido ningún descarrilamiento o colisión, y tiene un promedio de retraso de doce segundos.
Los primeros trenes hacían 60 viajes cada día entre Tokio y Osaka, a una velocidad máxima de 210 km/h. Esta velocidad se mantuvo hasta 1985, básicamente porque una mayor rapidez equivalía a más ruido. Pero luego de que la compañía de trenes fuera privatizada, se desarrollaron trenes como los Nozomi, el ?superexprés? que alcanza los 270 kilómetros por hora y que recorre las líneas de Tokaido y Sanyo.
El diseño original del tren se mantuvo también hasta mediados de 1980, cuando se presentaron modelos que ofrecen más comodidad y silencio. A la fecha, más de 6 mil millones de japoneses se han transportado así entre las principales ciudades del país.
El único país en seguir los pasos de Japón en la construcción de trenes de alta velocidad fue Francia, que lo hizo 17 años después. En la actualidad, también hay en España y Corea.