La mayoría de los laguneros desconocen la fecha en que Torreón celebra el aniversario de haber sido elevada al rango de ciudad.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- En una fecha como la de hoy, pero de hace 97 años, Torreón fue elevada al rango de ciudad. La mayoría de sus habitantes dijeron ignorar el dato, porque en su mente sólo se encontraban registrados los festejos del Día de la Independencia.
Aunque muchos conocen algo de la historia de la fundación de esta entidad, en el caso de José Demetrio Chávez, quien hace 74 años nació en San Pedro de las Colonias, platica que de niños junto a sus padres visitaba la ciudad. Aunque su vida la tiene hecha en Monterrey donde estudió Ingeniería Civil, cada que puede visita a sus hermanas que viven en esta ciudad.
Para él no fue desconocido que esta tierra era de lagunas y manantiales donde abundaba la caza y la pesca que aquellos nativos aprovechaban para subsistir. La recolección de frutos fue otro medio de sustento. A la llegada de los españoles se convertiría en la Comarca Lagunera, estando habitada por nativos de la que llegaría a ser conocida como Nación Chichimeca.
Tampoco ignoró que la base principal para el surgimiento de la Comarca Lagunera como núcleo de población y producción, fueron las haciendas, que evolucionaron desde fines del siglo XVI, como polos de colonización, hasta los modernos centros de explotación agropecuaria de nuestros días.
José Demetrio manifiesta que el desarrollo de esta ciudad es impresionante, no en vano es considerada como la región ganadera y agrícola con más auge en toda la República Mexicana.
Dice que su padre fue un sastre emprendedor, cuyo objetivo fue darle estudios universitarios a sus seis hermanos y lo logró. Era un hombre inteligente y de gran sabiduría, explica. Él fue quien le explicó que establecida la República, las extensas tierras del Marqués de Aguayo comprendidas en la Región Lagunera pasaron al dominio de Melchor Sánchez Navarro. Poco después de Jacobo y Carlos Sánchez Navarro.
El día 12 de julio de 1843, Jacobo, en su nombre y el de su hermano, Carlos, vende a los señores, Leonardo Zuloaga y Juan Ignacio Jiménez, la hacienda conocida como San Lorenzo de La Laguna, con todos sus anexos. La construcción de la presa de Las Calabazas, cuyo fin era utilizar las aguas del río Nazas para irrigar los cultivos de algodón, dio auge a esta zona: incrementó la industria textil y creó lazos comerciales entre Durango, Peñón Blanco y Lerdo. Al ver en esta actividad una fuente de riqueza, mantuvo la expectación de nuevos habitantes que comenzaron a llegar a la región.
