Agencias
NUEVA YORK, EU.- Las autoridades estadounidenses se aprestaban ayer a suministrar el mayor marco de seguridad a las celebraciones de fin de año de que se tenga memoria.
Desde el corazón de Nueva York hasta la avenida de las luces de Las Vegas la policía desplegaba su mayor movilización en efectivos y recursos mientras regía el segundo mayor nivel de alerta nacional.
En Nueva York se procedió a sellar las tapas de las bocas de desagüe y se retiraron los buzones postales en la zona comercial y teatral de Times Square en prevención de ataques con explosivos. Se anticipaba una congregación de más de 750 mil personas para las cuales se habían movilizado equipos de neutralización de francotiradores y siete helicópteros policiales.
También había helicópteros artillados para vigilar la zona de los casinos de Las Vegas, donde se esperaban 300 mil personas.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dijo que la ciudad estaba bien protegida. “Lamentablemente no tenemos más remedio que aceptar la realidad del terrorismo”, afirmó. “Pero dejen las preocupaciones a los profesionales”.
La policía de Nueva York vigilaba más minuciosamente que el año pasado los hoteles y lugares de atracción turística como resultado de datos de inteligencia recopilados en la Internet y otras fuentes, dijo el comisionado de policía Ray Kelly.
Las autoridades nacionales dijeron que no había amenazas específicas e instaron al pueblo a celebrar como de costumbre.
Pero agentes del FBI y otras agencias federales han inspeccionado el área de Las Vegas en busca de armas o en prevención de amenazas, dijo Ellen Knowlton, agente especial del FBI a cargo de esa ciudad.
Miles de funcionarios locales y agentes federales se aprestaban a movilizarse en Pasadena, California, donde los celebrantes se congregan en la ruta del Rose Parade de ocho kilómetros para presenciar el Tazón Rose Bowl del futbol estadounidense.
Boston aguardaba más de un millón de visitantes para su festival de arte denominado “Noche de estreno”, la celebración más antigua de ese tipo en Estados Unidos.
La Autoridad de Transporte en la Bahía de Massachusetts apostó agentes y perros entrenados en autobuses, subterráneos y trenes.
En ciudades más chicas y en zonas rurales se reforzó la seguridad en lugares públicos como centros comerciales, puentes, plantas de energía, sistemas hidráulicos, puertos y aeropuertos.