AGENCIAS
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Millones de estadounidenses se volcaron ayer a sitios públicos a celebrar el 228 aniversario de la Independencia de Estado Unidos a pesar la lluvia, que afecta a Washington y otras ciudades, bajo drásticas medidas de seguridad.
El país sabe que hoy es un día importante para su pueblo, pero también para sus enemigos que amenazan con atacarlo. Sin embargo, la tensión y la inseguridad que rondó el cuatro de julio, no ha superado el deseo de festejar.
Las autoridades de transportes informaron de que al menos 26 millones de personas se desplazaron por el país por avión y carretera para visitar a sus familiares, celebrar el cuatro de julio o por simple turismo aprovechando el puente festivo de tres días.
Por su parte, la directora de la Administración Federal de Aviación, Marion Blakey, recordó que no se permite llevar fuegos artificiales en los aviones porque constituyen “un tremendo riesgo”.
Los viajeros que violen esas disposiciones se exponen a penas civiles superiores a los 32 mil 500 dólares por cada transgresión y a un proceso criminal en el que pueden ser sentenciados a más de cinco años de cárcel y a multas de más de 250 mil dólares cada uno.
La Administración de Seguridad en el Transporte anunció que aumentarían los controles de los equipajes de los pasajeros de las aerolíneas durante la jornada. Las celebraciones se desarrollan cinco semanas después de que los funcionarios de los servicios de seguridad estadounidenses revelaran que la red terrorista Al Qaeda podría cometer uno de sus grandes ataques en Estados Unidos en la segunda mitad del año.
A finales de mayo pasado, el secretario de Justicia, John Ashcroft y el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Robert Mueller, informaron que las grandes celebraciones estadounidenses, incluido el Día de la Independencia, podrían ser posibles objetivos de los grupos terroristas.
Mientras tanto miles de personas en Washington asistieron a uno de los festejos más representativos del Día de la Independencia en donde miles presenciaron ayer por la noche los tradicionales fuegos pirotécnicos conmemorativos de la Independencia en el parque el Mall, en pleno centro de la ciudad, no sin antes ser revisados en 19 puestos de control policial.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, defendió ayer una vez más su decisión de invadir Irak en marzo de 2003 y aseguró que su país es ahora más seguro tras la detención y enjuiciamiento de Saddam Hussein.
En un discurso con motivo del Día de la Independencia en la escalinata del Capitolio de Charleston, capital de Virginia Occidental, Bush subrayó que el trabajo de los militares es “capturar y dar muerte a terroristas para que así no tengamos que hacerles frente aquí” en Estados Unidos.
En el acto, al que asistieron centenares de simpatizantes que coreaban “cuatro años más”, en referencia a las aspiraciones de reelección del presidente para otro mandato en la Casa Blanca, Bush alabó el fortalecimiento del liderazgo estadounidense en el mundo.
Pese al carácter proselitista que también tuvo el acto, tampoco faltaron detractores del presidente, que portaban pancartas con imágenes de quien será su rival en las elecciones de noviembre próximo, el senador demócrata John Kerry, en las que se leían mensajes como “Libera a EU: Derrota a Bush”.