Boston, EU.- Tuvieron que pasar más de ocho décadas para que los Medias Rojas de Boston volvieran a conquistar el título de campeones del béisbol profesional de las Grandes Ligas.
Antes de vivir esa nueva experiencia única, los Medias Rojas escribieron muchas páginas de frustraciones y mala suerte en su lucha por ser campeones del Clásico de Otoño, que no ganaban desde 1918 y que posteriormente habían perdido en tres ocasiones más (1946, 1967 y 1986).
Exactamente 86 años duró la interminable espera del equipo y de la legión de fanáticos de los Medias Rojas, que enmarcarán en su historia el 27 de octubre del 2004, como el día en que alejaron definitivamente a todos sus ?demonios? y ?maldiciones?, al derrotar por 3-0 a los Cardenales de San Luis y coronarse como campeones mundiales del béisbol profesional.
Los Medias Rojas, que siempre habían encontrado dificultades para ganar los partidos decisivos, lo que había llevado a muchos hasta a pensar que existían conjuros que trabajaban en contra del equipo, cambiaron su trágica historia, que los había perseguido desde el año de 1918, último en que se coronaron como campeones de la Gran Carpa.
Además la novena de Boston, que se convirtió en el primer equipo desde que lo consiguiera los Yanquis de Nueva York en 1999, en barrer una Serie Mundial, se vengaron de los Cardenales, equipo que les había ganado el último Clásico de Otoño en que se habían enfrentado (1967) hasta la fecha.
Los Medias Rojas tuvieron en un bateo oportuno y en el abridor Derek Lowe, a sus mejores armas en el cuarto partido disputado en Busch Stadium de San Luis.
Lowe (1-0), que ya había ofrecido un gran rendimiento en los partidos anteriores de postemporada, volvió a demostrar todas sus habilidades desde la lomita, para silenciar por completo a la toletería de los Cardenales.
El derecho de 31 años, trabajó siete entradas completas, en las que permitió tan sólo tres imparables sin carreras, regaló una base por bolas y retiró a cuatro bateadores por la vía del ponche.
?Han sido unos últimos días indescriptibles?, comentó Lowe, ?Debíamos esto a nuestros aficionados y gracias a Dios que lo pudimos conseguir?
El jardinero central Johnny Damon lideró el ataque de Boston, al ligar dos indiscutibles en cuatro visitas al plato, incluyendo un jonrón solitario en la parte alta de la primera entrada, ante envíos del abridor de los Cardenales, Jason Marquis, que al final cargó con la derrota.
?Desde que logramos ganarle a los Yanquis en el séptimo partido por el campeonato de la Liga Americana, estaba seguro que podíamos ser capaces de llegar hasta el final y lo conseguimos ganando ocho partidos de manera consecutiva?, comentó Damon, ?Todos mis compañeros, los responsables del equipo y los fanáticos estuvieron magníficos y ahora a todos nos toca celebrar?.
El toletero dominicano Manny Ramírez, que consiguió el premio de Jugador Más Valioso (MVP), se manifestó en parecidos términos a Damon, dando a entender que sólo el trabajo de todos los compañeros era el máximo responsable de la victoria final.
?Trabajamos arduamente para lograr darle a la ciudad de Boston y a todos los fanáticos de los Medias Rojas este campeonato tan importante?, subrayó Ramírez, ?Espero que ya no se hable de ningún hechizo ni maldición, ya que sencillamente no existe?.
Por su parte, el manejador Terry Francona, que debutó este año con el equipo, dijo que el éxito había sido de todos los jugadores, quienes desde el comienzo de la temporada regular creyeron en sus posibilidades y en todo lo que eran capaces de hacer cuando estaban en un campo de béisbol.
?Nunca había dirigido a un grupo de profesionales, que a pesar de las lesiones y otros factores que nos afectaron durante la temporada regular, e inclusive en la serie decisiva ante los Yanquis, se vinieron a bajo y por el contrario cada día estuvieron más motivados para lograr el gran objetivo?.
Francona destacó que el triunfo sólo fue posible porque los jugadores confiaron en sus posibilidades y lo dieron todo en el campo.
?Cuando estuvimos abajo 0-3 en la serie ante los Yanquis, siempre dijimos que nuestro objetivo no era salir al campo a ganar el partido del honor sino a conseguir el título de la Serie Mundial y ese es el que ahora le ofrecemos a los fanáticos de los Medias Rojas, que son únicos?, subrayó Francona.
Mientras en Boston, la celebración ya había comenzado con miles de fanáticos que salieron a las calles de la ciudad para dar rienda suelta al grito de ¡Campeones del Mundo!, un grito que no se había escuchado en 86 años.
