Torreón, Coah.- Con la celebración del Domingo de Ramos, este próximo día cuatro la Iglesia Católica iniciará los oficios para la conmemoración de Semana Santa, a la que como cada año se sumarán miles de fieles.
La bendición de ramos está prevista para las nueve de la mañana en la alameda Zaragoza, de donde partirá una procesión a la Catedral de Nuestra Señora del Carmen.
El director de la Comisión Diocesana de Comunicación Social, Ignacio Mendoza Wong, informó que el Domingo de Ramos representa la Pasión del Señor, por ser el día en que se manifestó Jesús como el Mesías, enviado por Dios a su pueblo para traer la liberación.
En esta celebración suele bendecirse palmas y ramos, los cuales manifiestan que la muerte en la cruz es camino de victoria, dijo Ignacio Mendoza.
Durante la Semana Santa, la Iglesia celebra los misterios de la salvación actuados por Cristo en sus últimos días de vida, comenzando por su entrada mesiánica en Jerusalén. El tiempo de Cuaresma continúa hasta el Jueves Santo y a partir de la misa vespertina “de la Cena del Señor” comienza el triduo pascual, que continúa durante el viernes de la Pasión del Señor y el Sábado Santo y tiene su centro en la vigilia pascual y acaba con las vísperas del Domingo de Resurrección.
En este sentido, el vocero de la Diócesis explicó que la Pascua se define como el paso de Dios por su pueblo y el paso del pueblo a quien Dios hace salir de la esclavitud a la libertad.
En el Jueves Santo se destacan dos momentos: la misa crismal que se realiza por la mañana en la Catedral, a la que acuden todos los sacerdotes con el Obispo y de los grupos representativos de cada parroquia, como una manera de unificación.
La otra parte es la celebración de la Cena del Señor, que constituye la misa de aniversario de la última cena y el centro de la liturgia de ese día.
Ignacio Mendoza refirió que según los textos bíblicos que se leen en esta celebración, hacen referencia a la Pascua judía y al sacrificio de la nueva alianza.
En la primera lectura, tomada del libro del Éxodo, se recuerdan las prescripciones que debían cumplir los judíos para celebrar la Pascua. La segunda lectura correspondiente al texto Eucarístico más antiguo que se conoce, narra la institución de la Eucaristía.
El Viernes Santo, la Iglesia se dedica a celebrar la Pasión y Muerte en la cruz de Jesucristo, por lo cual se observa el ayuno y la abstinencia.
Durante el Sábado Santo, la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, por lo que se abstiene del sacrificio de la misa; se considera un día de silencio y meditación, en espera de la Resurrección.
