EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Muy lastimada quedó María Teresa Martínez Reyes, luego que la persona con quien vive en unión libre, le propinó salvaje golpiza ocasionada por los celos que le provocó verla hacer una necesitad fisiológica en la vía pública y luego irse con un taxista.
Socorristas de la Cruz Roja y elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, acudieron hasta el domicilio de la pareja, sito en Numazu No. 9064 de la colonia Sol de Oriente, para rescatar a la mujer de la tremenda paliza que le daba David Ramírez Martínez, de 32 años de edad.
Una vez a salvo del agresivo sujeto, María Teresa relató entre sollozos cómo había comenzado todo esto, pese a que ambos estuvieron divirtiéndose horas antes en el salón de fiestas La Fe, ubicado en carretera Torreón-Matamoros y calle José Vasconcelos de la colonia Provitec, donde bailaron y bebieron.
Al término del evento realizado en dicho local, decidieron dirigirse a su casa para lo cual abordaron un taxi, pero antes acordaron ir a buscar más cerveza para seguir la parranda juntos.
Sin embargo, en el trayecto, a María Teresa le dieron ganas de orinar y pidió al trabajador del volante que se detuviera en un sitio oscuro donde pudiera realizar su necesidad fisiológica.
Esto despertó los celos de David, quien pensó que lo que estaba haciendo su mujer era para coquetear con el taxista, por lo que una vez que regresó al auto, comenzó a insultarla, lo que motivo que ella decidiera irse sola en el vehículo del servicio público.
Cuando llegó a la casa, David ya la esperaba y no precisamente con los brazos abiertos sino con los puños cerrados que comenzaron a golpearla en el rostro y diferentes partes del cuerpo, incluso la arrastró hasta un solar donde le dio rienda suelta a su furia y enseguida quiso meterla por la fuerza a la casa para seguir con la tortura, a la vez que le gritaba que la iba a matar.
Pero no contaba con la intervención del taxista, que aunque también recibió algunos golpes solicitó apoyo policíaco que arribó en poco tiempo y logró detener al enardecido individuo que además insultó y trató de atacar a los uniformados.
Ahora David se encuentra en la cárcel en espera de que decida su situación el Ministerio Público, mientras que María Teresa convalece en su domicilio de la paliza que le propinó su concubino.