Por Eunice Martínez Arias
El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Nunca antes el dolor y las intrigas, pero también la diversión, se habían apoderado del Teatro Isauro Martínez con un mismo montaje. Las mentiras y las infidelidades fueron una daga que penetró el corazón de la gente que acudió a ver la obra Cena de Matrimonios.
Por un lado, se encontraba un grupo de experimentados actores -liderados por Juan Ferrara y Azela Robinson- deleitando a los laguneros; por otro, el espejo de los matrimonios actuales, donde la apatía y las relaciones fugaces terminan con cosas tan sagradas como el amor.
Luego seis meses de ausencia de tierras locales, la noche del lunes regresó a la Comarca la puesta Cena de Matrimonios. Con todo y sus 60 años de edad, Juan Ferrara demostró que sigue siendo un levanta pasiones, mientras que el resto del elenco, dio cátedra de actuación.
El habitual escenario tomó la forma de una elegante casa para darle paso a la historia en donde cuatro parejas de matrimonios se reúnen para cenar, sin embargo lo que promete ser una amena velada, se convierte en una hoguera de sentimientos negativos cuando los varones reciben una llamada telefónica que los alerta de que a uno de ellos lo engaña su mujer.
Aquellas que toda su vida habían tenido la imagen de un Juan Ferrara bueno y apasionado, se encontraron en la obra con un hombre con su matrimonio desecho y que lanzaba palabras venenosas para empañar la felicidad de las otras parejas. Y es que el maduro galán le da vida a una persona a quien le fue infiel su mujer, por lo que se convierte en alguien ardido y frustrado.
Fue en esa parte de la obra cuando brilló la actuación del elenco. La gente percibió el dolor de las esposas en sus revelaciones y la sorpresa de ellos, pues en ese instante terminó la aparente tranquilidad que tenían sus matrimonios.
Al término de ambas funciones, la ola de aplausos reconociendo el estupendo trabajo de los actores, no se hizo esperar. El público supo apreciar la labor de dirección de José Elías Moreno así como el talento del reparto, el cual ahora no contó con la participación de la ex habitante de Big Brother, Mercedes Molto, tomando su lugar Marcia Coutiño.
Lo malo de la noche es lo que desafortunadamente se ha convertido en una constante en los espectáculos que se presentan en la región: la baja asistencia, pues cada función registró una entrada aproximada de 200 personas, cuando el Teatro Martínez tiene capacidad para 700 por función.
