EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Al conmemorarse ayer el Día Mundial del Alzheimer, se inauguró el anexo del gimnasio y taller comedor que se construyeron en el Centro de Alzheimer de La Laguna.
Blanca Martínez de De Alba, directora de la institución, informó que la inversión ejercida en esta nueva área fue por el orden de los 600 mil pesos, la cual se logró mediante las aportaciones que hicieron fundaciones empresariales y algunas instituciones como el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), la Secretaría de Desarrollo Social y el Voluntariado de Coahuila.
Indicó que contar con esta nueva área, compuesta por un gimnasio, un taller de neuroestimulación y musicoterapia, además de un espacio para los baños especiales de rehabilitación para los enfermos, permitirá duplicar el número de pacientes que se atienden en el Centro, que actualmente es de unas 25 personas.
El 80 por ciento de los pacientes que son atendidos en el Centro de Alzheimer de La Laguna están becados, tras practicárseles un estudio socioeconómico que demostró sus carencias económicas para recibir atención especializada de médicos particulares.
Blanca Martínez explicó que el Mal de Alzheimer es una demencia progresiva, que se caracteriza por trastornos de la memoria, cambios de conducta y deterioro gradual de las funciones intelectuales, hasta llegar a la pérdida de la autonomía o la incapacidad total.
Aunque el padecimiento es incurable y se desconoce con exactitud su origen, existen fármacos que pueden retardar temporalmente su progreso.
Se considera que el enfermo puede durar de dos a 20 años con esta enfermedad, dependiendo del control y tratamiento adecuados.
La directora de la institución consideró que en la actualidad es difícil que la gente acepte la importancia del tratamiento, como una manera de contribuir a que el enfermo de Alzheimer tenga mejor calidad de vida.
Esto es porque la familia del enfermo se colapsa psicológica y económicamente, por el continuo deterioro de su ser querido que olvida todo: quién es, dónde vive, cómo se llaman las cosas, para qué sirven y cómo usarlas. No puede comer ni vestirse solo y requiere cuidado y supervisión continua.
En la etapa final, puede permanecer varios años en cama sin hablar y sin moverse, dependiendo en forma absoluta de las personas que lo cuidan.
Por lo general, un paciente requiere de ocho horas de estimulación para mantenerse controlado.
El Centro de Alzheimer de La Laguna es una institución que proporciona cuidados a estos enfermos y de otros padecimientos similares, además de que ofrece programas de apoyo y capacitación a familiares y cuidadores de enfermos, a través de la Casa de Día Juan Pablo II.
Los enfermos reciben diversos programas de neuroestimulación, rehabilitación física, talleres y actividades reactivas, así como sus alimentos dos veces al día.
PARA RECORDAR
Se considera que en las ciudades de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo existen alrededor de seis mil enfermos de Alzheimer mayores de 50 años de edad, la inmensa mayoría sin la posibilidad económica para recibir la atención médica especializada. Entre los signos de alarma de este padecimiento figuran:
-Pérdida de memoria que afecta las funciones diarias: El enfermo olvida las cosas con más frecuencia y no las recuerda después, especialmente aquéllas que han ocurrido recientemente.
-Dificultad para realizar tareas familiares: La gente ocupada puede distraerse de vez en cuando y dejar las zanahorias en el horno, pero una persona con Alzheimer puede ser incapaz de preparar cualquier comida u olvidar que la comió.
-Problemas con el lenguaje: Todos tienen problemas a veces para encontrar la palabra correcta, pero el enfermo de Alzheimer puede olvidar palabras simples o sustituirlas con palabras inapropiadas.
-Desorientación de hora y lugar: El enfermo puede perderse en su casa o en su propia calle, no saber cómo llegó ni cómo regresar.
-Poca o reducida capacidad para juzgar: El paciente no puede reconocer una infección como un problema por ejemplo, o puede vestirse usando ropas abrigadoras en un día caluroso.
-Problemas con pensamiento abstracto: Alguien con Alzheimer puede olvidar completamente qué son los números y para qué se usan.
-Colocación de objetos en lugares inapropiados: Una persona con Alzheimer puede dejar las cosas en lugares inapropiados, como la plancha en la hielera o el reloj de pulso en la azucarera.
-Cambios de temperamento: Cambios bruscos de estado de ánimo sin ningún motivo.
-Cambios de personalidad: Se presentan transformaciones drásticas, incluyendo apatía, miedo o conducta inapropiada.
-Pérdida de iniciativa: Aunque la mayoría de la gente retoma la iniciativa tras períodos de cansancio, los enfermos de Alzheimer pueden volverse muy pasivos y requieren que los reactiven para volverse a involucrar.
FUENTE: Centro de Alzheimer de La Laguna A.C.
