SUN-AEE
México, DF.- Sólo un par de anhelos no cumplidos guarda en su vida la cantante y actriz preferida por sus villanías en telenovelas Chantal Andere: que su padre, fallecido hace siete años, José María Fernández Unsaín, no estuviera en su boda y que no la viera en el musical que mayor reto le ha significado en su carrera: Amor sin Barreras.
Próxima a cumplir 100 representaciones en el papel de Anita en la obra escrita por Stephen Sondheim con música de Leonard Bernstein, bajo la producción de Gerardo Quiroz y Claudia Casillas, con Bibi Gaytán, Eduardo Capetillo y Jaime Camil, en su camerino del teatro Pedregal, la hija de la primera actriz Jacqueline Andere, se mira ante el espejo.
- Chantal, quizá como nunca en tu carrera te ha costado llegar a 100 representaciones de un obra, ¿a qué se debe?
-En lo personal me siento muy orgullosa y satisfecha con el trabajo realizado hasta ahora, llegar a 100 representaciones en teatro musical en México no es nada fácil y menos cuando fueron siete meses de ensayos con Amor sin Barreras.
?Confieso que me costó mucho trabajo sacar adelante el personaje de Anita por el nivel de baile que exige, dado que dejé de estudiar baile hace cinco años y nunca una comedia musical había sido tan demandante en todos los aspectos. Hace dos años estuve en Vaselina, pero era una comedia más ligera, relajada, salía a divertirme y echar relajo en escena?, agregó.
?En Amor sin Barreras -continuó- por el contrario, es una comedia musical con un drama terrible, un dramedy como le dicen los americanos, con asesinatos, intentos de violación y lucha de pandillas. Yo le tenía mucho miedo al personaje. Bajé de peso, no tenía hambre, ensayé como una loca. Tenía notas de soprano y no sabía que era capaz de alcanzarlas?.
- ¿Cómo te sientes como cantante habiendo grabado tres discos?
-Fueron tres discos como solista. Me dijeron en mi disquera que debía vender más imagen: una más sexy. Nunca, la verdad, me sentí a gusto con los estudios fotográficos y las portadas.
Nunca me he sentido sexy, creo existen modos de mostrarte sensual con un toque femenino, sin necesidad de obligarte a posar así. Claro que para como están las cosas hoy sería una ridícula tapada: ahora la que no enseña no vende. Mi primer disco se tituló Chantal, una producción del maestro Pérez Botija colocando y cuadrando dos temas pegajosos en la radio: Regresa y Músculo.
-Nunca se olvida el debut en teatro, ¿cómo fue?
-Tendría a lo mucho 15 años cuando fui Blanca Nieves en una obra que duró cerca de un año en el Teatro Insurgentes, mi primera experiencia. Ya en televisión inicié con la novela Dulce Desafío, a la que siguieron Madres Egoístas, Un Rostro en mi Pasado -la única en que la no he sido villana-; Los Parientes Pobres, El Noveno Mandamiento, La Usurpadora -con gran éxito dejándome ver fea como lo exigía el autor-, Marimar y Amor Real, con Carla Estrada, una novela de las que pasa mucho tiempo en lograrse un éxito como lo ha sido.
-¿Qué te dice el programa Diseñador Ambos Sexos?
-Sin duda, de los mejores recuerdos de mi vida como actriz porque nadie me creía capaz de hacer comedia. Fueron diez años de gritar: no sólo soy villana, soy actriz. Puedo hacer otras cosas. ¡Véanme, déjenme!? Fui a hablar con Emilio Azcárraga Jean para solicitarle me dejara hacer el programa piloto, tan sólo eso. Me dejó, se portó increíble y me quedé. Fue un éxito en rating.
-Claro que no todas las actrices tienen un productor de cabecera como tú...
-El amor de mi vida, lo mejor que me ha pasado fue haber conocido a Roberto (Gómez Fernández). En los dos años y medio de casados puedo asegurar que no he tenido un sólo problema con él.
Es una persona que respeta y admira tanto lo que hago que es muy difícil encontrar gente que comprenda que tienes teatro viernes, sábado, domingo, con trabajo en días festivos y fechas especiales. Es un hombre inteligente: he tenido compañeras con hombres dedicados a esto y las retiran del ambiente. Yo creo que nuestra fórmula es que nos admiramos mutuamente, somos fans el uno del otro.
-¿Y ya pensaste en crear tu propia familia?
-El próximo año hemos contemplado ser padres, sin barreras. No tengo la menor duda de que el padre de mi hijo o hijos que yo tenga, no lo sé, es y serán de Roberto. Quiero morirme con él cuando seamos viejitos. Lo que me detiene a ser mamá es el trabajo: siempre estoy pensando, ¿qué tal si no aprovecho esta oportunidad? y sé que así se pasa el tiempo.
-Además de la fama y el dinero, ¿qué aprecias de la vida en este momento?
-Siendo una mujer tan positiva y feliz como soy, doy gracias a Dios todos los días permitiéndome estar aquí, trabajar en lo que me gusta y que me paguen por ello. Extraño mucho a mi padre disfrutando mis éxitos; si fuera ?pedinche? desearía estar con él, pues justo este mes se cumplen siete años de su muerte. El amor que nos dio a mi madre y a mí, dedicándose en cuerpo y alma a hacernos felices, siempre le estaré agradecida. De mi mamá qué decir: sus consejos y enseñanzas, su interés por lo que hago y lo guapa que siempre ha estado.
