Berlín, alemania.- Charlize Theron dejó atrás la embrutecida imagen con que aparece en Monster y se presentó ante la Berlinale con su habitual resplandor de chica guapa, aunque dispuesta a defender una actuación que la ha convertido en candidata al Oscar.
?La transformación física es importante, pero no es lo determinante. Hay que zambullirse en el personaje?, afirmó la actriz sudafricana, quien para interpretar su papel en Monster tuvo que engordar veinte kilos y estropear su rostro con una engorrosa prótesis bucal.
?Antes se decía que, una chica guapa, para lograr un Oscar debía interpretar un papel de fea?, admitió, consciente de que ese es uno de los tópicos que se imputa a su candidatura a una de las estatuillas de Hollywood.
Con más o menos prótesis -llevar la suya le costó más de un mes de aprendizaje- no se logra más que un acercamiento superficial a un personaje, dijo, pero la fuerza de éste no puede quedarse en la epidermis.
Theron, quien además de principal intérprete es coproductora de la película, sostuvo ante la Berlinale que el principal argumento para llevar adelante ese proyecto fue la fuerza del personaje en que está inspirado: Aileen Wuornos, la prostituta que fue ejecutada en 2002 por asesinato de siete de sus clientes.
?Al principio, nadie creía en este proyecto. Decían que era una historia demasiado dura, que no prosperaría en Hollywood. El éxito conseguido es, sobre todo, un éxito para el cine independiente?, dijo Mark Damon, asimismo productor del filme, cuya dirección asumió, para más riesgos, una debutante, Patty Jenkins.
?Era una historia devastadora, pero decidí hacerla porque todos creíamos en el proyecto. Fue magnífico. Mientras rodábamos nos dimos cuenta de que estábamos haciendo algo muy especial, que todo lo que ocurría ahí era muy especial?, explicó Jenkins.
Especial, muy especial, es asimismo ese retrato de mujer, una lesbiana alcoholizada que busca sus clientes a pie de autopista y que en día, cuando cree que vida puede dar un giro en sentido positivo, se ve abocada al asesinato.
Theron dijo que no defiende la pena de muerte, destino de su personaje y recordó que los países en que ésta se aplica no son precisamente los que tienen un menor índice de criminalidad.
?Prefiero apostar por una sociedad solidaria, no una sociedad que practique el ojo por ojo?, afirmó. La violencia intrínseca a la pena capital no puede evitar las acciones ?desesperadas, de gente desesperada?, como esa Wuornos que mata primero en defensa propia y, a continuación, por defender esa parcela de felicidad que creía haber conquistado al lado de una mujer -interpretada por Christina Ricci-, su único amor.
Beautiful Country
desata emociones
El noruego Hans Petter Moland, director de Beautiful Country, protagonizó la hasta ahora más emotiva conferencia de prensa de la Berlinale, al estallar en llanto al hablar de su película.
?Quería hacer un filme bello, no bonito, emocionante...?, empezó a explicar el realizador, ante los medios internacionales y visiblemente apabullado por la buena acogida en el pase de prensa.
Moland no pudo terminar lo que pretendía decir, ya que se le quebró la voz y sólo acertó a pedir disculpas, mientras los periodistas ahí concentrados gratificaban con un aplauso esa explosión sentimental, inusual en un director.
Salió en su auxilio Tim Roth, uno de sus intérpretes, al tomar el hilo de sus palabras y las riendas de la respuesta, mientras Moland luchaba contra las lágrimas entre tragos de agua y cigarrillos.
La segunda explosión de emotividad vino de parte de la prensa: un periodista chino, al parecer admirador de la actriz principal -Bai Ling-, se levantó y soltó una larga parrafada en su idioma, que los restantes medios siguieron atónitos y sin entender palabra, puesto que no había servicio de intérprete en esa lengua.
La propia actriz se encargó de traducir el mensaje y explicó que su compatriota le había transmitido su profunda admiración, así como solidaridad por las complicaciones que la cúpula china oponía a su carrera en Estados Unidos y su deseo de que, algún día, el régimen de Pekín ponga rumbo hacia un gobierno democrático en paz.
