EFE
DAVOS, SUIZA.- El secretario de Comercio de EU, Donald Evans y un grupo de destacados empresarios presentaron ayer a China en el Foro de Davos como un nuevo paraíso para los inversores de todo el mundo.
En un seminario dedicado a las posibilidades que ofrece ese país, en el segundo día de la reunión del Foro Económico Mundial, Evans elogió el proceso de transición y dijo que el gigante asiático “está en buenas manos y va en la dirección correcta”.
Evans presentó el enorme potencial de China, sobre todo de sus regiones del interior como una nueva conquista del Oeste y dijo que el potencial y las ganancias que pueden hacerse allí son enormes.
Elogió la gran formación de capital interno -un 92 por ciento del total- y pareció entusiasmado con el hecho de que el ahorro privado represente en China, según dijo, el cien por cien del Producto Interior Bruto.
Pero no todo el monte es orégano, ni siquiera en China, y así el funcionario estadounidense señaló que el sistema bancario no funciona, entre un 40 ó un 50 por ciento de los préstamos no son cobrables y dijo que no hay tampoco transparencia en los datos económicos.
Los bancos fijan intereses sin tener en cuenta los riesgos, dijo Evans, que criticó asimismo la mala utilización de muchos recursos así como la magnitud piratería intelectual, que alcanza hasta un 95 por ciento de los discos compactos o los videos de tecnología digital.
Los empresarios presentes en el panel mostraron compartir el entusiasmo del miembro de la administración Bush: así, Carlos Ghosn, presidente y director general del gigante automovilístico Nissan, dijo tajante: “En China puede hacerse dinero”.
Para el sector automovilístico, China es el segundo mercado más próspero después del norteamericano. En ese país, el negocio es más rentable que en Japón o en Europa, aseguró.
Sin embargo, precisó que China no es de momento un país exportador de automóviles debido a que si bien la fuerza de trabajo es todavía muy inferior a la de otros países, el costo de producción es más alto, por ejemplo que en Japón.
Víctor Chu, presidente del First Eastern Investment Group, de Hong Kong, explicó la importancia para los inversores de tener “buenos amigos” para resolver los problemas que se presenten, sobre todo habida cuenta de las deficiencias del sistema judicial y la inexistencia de tribunales comerciales con experiencia.
En relación con la paridad entre el dólar y el yuan, criticada últimamente por EU, que desearía una revalorización de esta última, Chu dijo que las autoridades optarán eventualmente por vincularla a una cesta de monedas más amplia, lo que le daría más flexibilidad.
Ulrich Schumacher, presidente del grupo alemán de alta tecnología Infineon Technologies, destacó, al igual que los otros ponentes, el rápido ritmo de innovación de la industria china, el ansia de aprender del pueblo chino y la capacidad técnica de sus operarios.
Anunció que su empresa piensa realizar en China el 30 por ciento de sus inversiones globales en los tres próximos años -alrededor de mil 200 millones de dólares-, y dijo que ahora es rentable invertir en investigación y desarrollo en ese país.
A una de las preguntas del auditorio sobre el peligro de explosión social debido a la rápida transición a la economía de mercado, el secretario de Comercio de Estados Unidos dijo que las autoridades son conscientes de esos problemas.
Así, debido a las privatizaciones se han perdido cincuenta millones de puestos de trabajo, dijo Evans, quien se mostró confiado en que China podrá afrontar hacer frente a esos desafíos.
Chu señaló asimismo que existe un problema de calentamiento de la economía en la zona costera, donde las diferencias entre pobres y ricos no dejan de crecer y dijo que en los próximos diez años, más de trescientos millones de personas irán a las ciudades desde las zonas rurales.