Pekín, (EFE).- Más de la mitad de los hombres chinos mayores de 40 años sufren disfunción erectil en algún momento de su vida, pero tardan el triple que los occidentales en requerir tratamiento, según un estudio publicado por la agencia Xinhua.
Los pacientes esperan una media de 22 meses en acudir en busca de ayuda especializada, tras sufrir los primeros síntomas, mucho más de los habituales seis meses que se toma el paciente occidental, dice el estudio.
"El retraso innecesario hace perder el mejor momento para el tratamiento y empeora la enfermedad. Además, influye inevitablemente la relación entre hombres y mujeres", opinó Jiang Hui, subdirector del centro reproductivo del Hospital Popular de Pekín.
Más del 90 por ciento de los afectados reconocieron que el problema había afectado negativamente su vida sexual e incluso "influyó en su espíritu masculino", según reconocieron los participantes de esta encuesta, realizada entre más de mil hombres afectados de impotencia en 10 ciudades de China, durante seis meses.
Wang Yixin, profesor del Centro de Investigación de Andrología de Shanghai señaló que el 80 por ciento de los casos se deben a motivos físicos, mientras que un 20 por ciento está ocasionado por razones psicológicas, como estrés o depresión.
La principal razón por la que los pacientes retrasan el tratamiento es su alto coste, ya que una única pastilla de Viagra cuesta en China casi 100 yuanes (8.3 dólares estadounidenses), que sólo pueden permitirse la franja más rica de la población.
La medicina tradicional china también ofrece tratamientos alternativos, aunque hay quienes no confían en su eficacia.
