MÉXICO, DF.- Tristeza fue el sentimiento general que se pudo palpar en los jugadores del Guadalajara, tras perder la final del Campeonato Clausura 2004 del futbol mexicano ante Pumas en tanda de penales, pues salvo el arquero Oswaldo Sánchez nadie más habló.
El guardameta, quien tuvo varias intervenciones oportunas para evitar el daño en su arco, fue el único que salió y lo hizo para recoger el trofeo de subcampeón y lo único que alcanzó a decir fue "estoy triste, muy triste" y luego se soltó a llorar e ingreso al vestidor.
Autoridades de vigilancia de la UNAM impidieron la entrada al vestidor del Guadalajara y cuando se buscó a los jugadores para conocer su opinión sobre el partido y el resultado final, todos ellos abordaron su autobús sin mediar palabra con los medios.
Varios de ellos iban con los ojos llorosos tras la derrota en la final disputada ayer en el Estadio Olímpico Universitario y a pesar de la insistencia no quisieron acercarse con la prensa.
Varios aficionados de los Rojiblancos gritaron los apellidos de los jugadores en espera de obtener siquiera un autógrafo, sólo que no pudieron conseguirlo, pues sus ídolos se subieron de inmediato al autobús y lo único que les quedó fue aplaudirles desde fuera.
Hubo algunos seguidores de Pumas que se acercaron para cantar dos "goyas" a la salida del camión, aunque se pudo tomar como burla o igual como reconocimiento a la actuación de Chivas.
