Internacional Jeffrey Epstein Chile Israel-Palestina Donald Trump Narcotráfico

Cientos de musulmanes llegan a la Meca

28 de enero de 2004.

LA MECA, Arabia Saudita, (Reuters).- Cientos de miles de musulmanes llegaron el miércoles a la ciudad sagrada de La Meca para orar por su salvación en la peregrinación anual "haj", que se realiza bajo estrictas medidas de seguridad luego de recientes ataques de grupos radicales en Arabia Saudita y la ocupación de Irak por tropas lideradas por Estados Unidos.

"Señor, concédenos los bienes de esta vida y la salvación en la otra, y defiéndenos de ir al infierno", coreaban los peregrinos mientras caminaban alrededor de la Kaaba, una enorme estructura en forma de cubo en la Gran Mezquita que los musulmanes del mundo visitan al menos una vez en su vida.

Una serie de ataques suicidas en Riyad, la capital de Arabia Saudita, que dejaron un saldo de al menos 50 muertos el año pasado, y la ocupación de Irak que enfureció a los musulmanes, forzaron al pro occidental gobierno saudita a implementar fuertes medidas de seguridad para la peregrinación de este año.

"Estamos preparados para lo que pueda ocurrir", dijo el martes el ministro saudita del Interior, el príncipe Nayef bin Abdul-Aziz, tras haber inspeccionado La Meca antes del inicio de la peregrinación, que comienza oficialmente el viernes y atrae cada año a cerca de dos millones de musulmanes provenientes de todo el mundo.

Diplomáticos dijeron que el gobierno saudita está preocupado de que la peregrinación, que en años pasados ha estado plagada de accidentes y muertes provocadas por estampidas e incendios, sea blanco de ataques terroristas o utilizada como pretexto para que cientos de militantes radicales puedan infiltrarse en el reino.

Sin embargo, la violencia era lo que menos preocupaba a los cientos de miles de peregrinos que comenzaron a llegar a La Meca el miércoles en busca de su salvación.

"Estamos en el lugar más seguro del mundo y nuestras vidas en las manos de Dios", dijo una mujer egipcia que realiza la peregrinación por primera vez en su vida. "Estoy segura de que Dios nos protegerá de los terroristas".

La peregrinación "haj", que dura cinco días, es obligatoria por lo menos una vez en la vida para todos los musulmanes y este año comienza el viernes.

Los peregrinos musulmanes que llegan a la Gran Mezquita cada año repiten los mismos ritos que hace más de 14 siglos realizó el profeta Mahoma.

Cientos de miles de peregrinos, vistiendo túnicas blancas, caminaron apretujados alrededor de la Kaaba para repetir el rito de orar y pedir favores mundanos, políticos y espirituales.

"Nuestros corazones están con Irak y los palestinos y estamos además orando por todos los árabes porque hay muchas tragedias entre nosotros", dijo Babakr Bishr, un clérigo que viajó desde Sudán.

OTROS RITOS

Después de caminar alrededor de la Kaaba, los peregrinos deben ir a otro lugar dentro del perímetro de la Gran Mezquita y caminar siete veces de un punto a otro. Los dos puntos están separados por una distancia de medio kilómetro. Los viejos y los minusválidos lo hacen en sillas de ruedas, que otros peregrinos empujan, en un camino especial dentro del edificio de mármol con aire acondicionado.

Algunos diplomáticos han dicho que el gobierno saudita teme que grupos radicales realicen ataques durante la peregrinación para debilitar la autoridad de la familia real.

A pesar de los temores, la atmósfera alrededor de la Kaaba era de júbilo y celebración. Muchos peregrinos utilizaban sus teléfonos celulares para hablar con sus familiares y enviarles mensajes de amor y bendiciones desde la Gran Mezquita.

Otros se sentaban en el piso de mármol de la Gran Mezquita para comer junto a sus acompañantes. La peregrinación "haj" reúne a musulmanes de todas las culturas y todas las razas que se dan cita en Arabia Saudita, país que se rige por una versión austera del Islam sunita.

La policía religiosa saudita vigila de cerca a los peregrinos para evitar situaciones fuera de lugar. Un guardia gritó a un peregrino que su túnica era demasiado corta y mostraba un poco más de los tobillos y le ordenó a gritos que saliera de la fila y se arreglara la ropa.

La celebración religiosa se mezcla con actos profanos. Cientos de comerciantes expenden mercancías en las calles aledañas a la Gran Mezquita y alimentos que van desde la comida típica árabe hasta comida rápida tipo estadounidense.

Cerca de la Gran Mezquita hay hoteles de cinco estrellas para los peregrinos adinerados que viajan con sus familias.

Leer más de Internacional

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Internacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 71375

elsiglo.mx