GÓMEZ PALACIO, DGO.- Pancartas de llamativos colores pegados en los cristales de la Subdelegación del Instituto Mexicano del Seguro Social ayer invitaban al peatón a detenerse para leer su contenido. “Fuera Levy, Diputados y Senadores”, “El Gobierno no quiere que tengamos Seguridad Social”, entre otros mensajes figuraban en la entrada del este edificio.
A temprana hora inició la manifestación. Mientras los trabajadores del turno matutino entraban puntualmente a realizar sus labores diarias, quienes laboran en el vespertino y nocturno, hicieron acto de presencia en el lugar ubicado en avenida Allende y calle Juárez.
La orden fue que las oficinas administrativas cerraran al público. Un grupo de enfermeras, trabajadoras sociales y afanadoras se colocaron en la entrada de la Subdelegación del IMSS. Una de las mujeres ahí presentes, de nombre Magdalena Mirazo, indica que nadie de los que ya estaban adentro podía salir y tampoco se permitiría el acceso a las personas.
Mientras tanto frente a la entrada principal estaba un gran contingente de trabajadores presentes para apoyar a la causa del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS). Con altavoces, los dirigentes sindicales informaban las razones de su causa al pueblo gomezpalatino.
Para las diez de la mañana ya estaban bloqueadas los accesos a este centro administrativo. Por la avenida Francisco I. Madero para entrar a la calle Juárez, no había paso. Tampoco por la calle Zaragoza y la avenida Allende se podía transitar.
Se trató de un movimiento pacífico. Los automovilistas no manifestaron enojo por la obstrucción a la circulación. En forma tranquila tomaban otro camino. Uno de ellos externa que no entendía bien la lucha de “los del Seguro”, pero que sólo esperaba que el Seguro Social no acabara.
Los vendedores de paletas y frituras hicieron su agosto. Atentos a lo que decían los manifestantes sobre la problemática del IMSS, permanecieron ahí hasta varias horas. El paro técnico finalmente causó estragos.
Bruna Olague quien es vecina de la colonia Ricardo Flores Magón acudió a las oficinas administrativas para arreglar el alta de su esposo Juan Carlos de la Cruz Salazar a quien no pudieron atenderlo porque su alta no aparecía en el sistema. Al pedir ayuda a uno de los dirigentes del gremio sindical, recibió pronta respuesta por la gravedad del caso, ya que su esposo requería atención urgente y la esperaba intranquilo en la clínica Diez del IMSS.
Víctor Hugo Ramírez Ontiveros, secretario de Prevención Social, entre el sonido de la música y los altavoces, comenta que el problema de la señora se presentó porque el patrón de su marido, lo dio de baja sin notificar al Instituto, “al indagar en los archivos nos percatamos de eso, entonces ella acudió hasta el lugar donde él labora y lo volvieron a dar de alta”.
El caso anterior lo tomó como un ejemplo de los malos manejos que el Gobierno, los patrones y el Instituto por años han realizado y que han llevado a la quiebra al IMSS, “nosotros los trabajadores nunca hemos tocado un cinco de las aportaciones”.
Los trabajadores llegaban y se sumaban a la causa, la gente pasaba y se detenía a escuchar lo que anunciaba el del altoparlante. También escuchaban atento las frases que lanzaban al aire los ahí reunidos. Seguramente al presidente Fox y a su esposa Marta no les hubiera gustado escuchar lo que de ellos decían los sindicalizados.
A las cinco de la tarde el llamado a los trabajadores del IMSS resultó con mayor eco. Cientos de ellos bloquearon la avenida Agustín Castro. De norte a sur y viceversa el paso a los vehículos simplemente no lo permitía una gran cadena humana.
Hombres, mujeres e infantes mantenían su postura fiel hacia los logros sindicales de sus anteriores líderes. Así permanecieron durante hora y media. Sin embargo, un anuncio desde México en el que se informaba que no se había llegado a un acuerdo terminó con la paciencia.
El dirigente de la Sección 16 del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), Baltazar Ramírez López, motivó e incitó a las más de 800 personas para obstruir una vía de comunicación con mayor afluencia vehicular.
Sin mayores cuestionamientos, los centenares de gentes se acomodaron de forma estratégica de tal manera que no permitieron la circulación ni de norte a sur, ni de poniente a oriente. Esta situación ya no fue tan tolerada por algunos automovilistas.
Un conductor se enfrentó verbalmente a un contingente de personas, pero éste al ver la imposibilidad de sus reclamos, optó por hacer lo que las demás personas: tomar una “vía alterna” improvisada, transitando por el estacionamiento de un centro comercial.
A las 18:00 horas comenzaron a llegar los agentes de tránsito a bordo de sus unidades de trabajo. Conminaban a los automovilistas a utilizar otras calles para llegar a su destino. Todos los trabajadores demostraban una unión.
Pero conforme transcurría el tiempo y el Sol dominaba su sed, los manifestantes comenzaron poco a poco a romper filas. Esto provocó la molestia otros que permanecían a la intemperie, sin que una pequeña sombra los ayudara a soportar la espera.
Una intrépida conductora retó las “vallas humanas” y la resistencia de los trabajadores del IMSS, incrementó la velocidad de su automóvil y a su paso vulneró un obstáculo, por lo que fue insultada y apedreada.
Con gritos de “Ni un paso atrás” las cientos de personas mantuvieron el bloqueo. Los únicos que pudieron presenciar el bloqueo sin ninguna interrupción, fueron unos trabajadores del Ayuntamiento, quienes se encontraban instalando alumbrado público.
A las 6:50 de la tarde, los manifestantes comenzaron a firmar un documento para sustentar su asistencia en apoyo al movimiento del IMSS. Ramírez López anunció que era hora de partir a esperar en las oficinas del sindicato una respuesta proveniente de la Ciudad de México