EFE
LOS ÁNGELES, EU.- La explosión de una linterna y una violación de la seguridad en una de las terminales del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles provocó ayer su cierre durante toda la mañana, según informaron fuentes oficiales.
Las operaciones se restablecieron después que se comprobase que los incidentes fueron accidentales y no estaban relacionados con el terrorismo.
En un principio la policía no sabía si los dos episodios estaban relacionados, por lo que “por precaución” ordenó la suspensión de los despegues y el desvío del tráfico aéreo a otros aeropuertos.
Se permitió sin embargo el aterrizaje de algunos vuelos, pero los pasajeros no pudieron salir de los aviones, según explicó Paul Turk, portavoz de la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos.
El primer incidente se produjo a las 7:35 hora local, cuando una persona subió por una escalera desde la zona de recogida de equipajes hasta un área de la terminal siete donde están pasajeros que ya han pasado los controles de seguridad, explicaron el alcalde de Los Ángeles, James Hahn, y el jefe de policía, Bill Bratton.
Ello motivó la evacuación de esa terminal, así como de la seis y la ocho, ya que están todas interconectadas.
Además, a las 8:05 hora local, las baterías de una linterna que llevaba un pasajero japonés con destino a Corea del Sur “tuvieron una falla y provocaron una pequeña explosión” en la Terminal Tom Bradley del aeropuerto, según dijo Bratton en una conferencia de prensa.
La detonación hirió levemente a cinco agentes federales encargados de registrar a los pasajeros y a tres empleados de aerolíneas que se ocupaban de los equipajes, explicó Haln.
“En este momento no creemos que la explosión fue intencionada”, afirmó el alcalde de Los Ángeles.
A las 12:00 hora local se había reanudado el acceso de vehículos a la terminal central del aeropuerto y los pasajeros de los tres terminales evacuados pasaban de nuevo por los controles de seguridad antes de abordar sus respectivos vuelos.