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MONTREAL, CANADÁ.- El Gobierno de Canadá contabilizaba ayer el número de focas muertas durante la temporada de caza en los últimos dos días en Terranova para saber si la cuota de este año ya fue alcanzada, mientras organizaciones ecologistas denuncian métodos “crueles” para atrapar al mamífero.
La portavoz del ministerio de Pesca y Océanos, Cristiane Parcigneau, dijo que las autoridades intentaban determinar si ya se alcanzó la cuota de 246 mil 900 animales establecida para este año.
El aumento de la caza de focas provocó la protesta de organizaciones internacionales de defensa de los animales. Una de ellas, el Fondo Internacional de Protección de los Animales (IFAW), lanzó una campaña semanas atrás en la que pone el acento en la “crueldad” de los cazadores canadienses que matan a las focas con un certero golpe de garrote en la cabeza sobre las costas heladas.
La caza que comenzó el lunes por la mañana en la ribera este de la isla de Terranova, quedó cerrada oficialmente el martes por la noche, cuando las autoridades estimaron que probablemente la cuota ya estaba cumplida.
En caso de que no sea así, los casi 130 mil cazadores comerciales y deportivos de la provincia podrán proseguir la cacería por otras 24 horas, se informó.
El Gobierno canadiense autorizó en 2003 la captura de un millón de focas en tres años al considerar que la especie no está en peligro de extinción, ya que su población pasó de 1.8 millones en 1970 a más de 5.2 millones en la actualidad.
En los años ochenta, ante las críticas y la multiplicación de llamadas al boicot, Canadá puso fin a la caza a gran escala de focas y decretó normas estrictas para cazarlas sin crueldad. Tampoco pueden cazarse si el animal tiene menos de 12 días.
Estados Unidos prohibió la importación de productos de la foca en 1972 y la Unión Europea siguió a ese país una década después cuando prohibió el comercio de las pieles blancas de las crías de foca.
Como resultado de esto, el Gobierno canadiense redujo las cuotas de caza a 15 mil al año para ser destinada al consumo local de sus carnes y pieles.
Sin embargo, el año pasado se aumentó el límite, con lo que un millón de focas serán cazadas en los próximos tres años.
Las autoridades aseguran que, lejos de estar en peligro, las focas son responsables de la disminución de los bancos de bacalao.
En todo caso, el Fondo Internacional para la Protección Animal, afirma que la caza no sólo atenta contra la especie sino que además es llevada a cabo de una forma despiadada.
