Director: Edward Zwick
Actores: Tom Cruise, Timothy Spall, Ken Watanabe, Billy Connolly, Tony Goldwyn, Hiroyuki Sanada
Guión: Edward Zwick, Marshall Herskovitz, John Logan.
Género: Acción
Duración: 154 min
País: 2003
Año: EU-Nueva Zelanda
Sitio Oficial: http://www.warnerbros.es/movies/lastsamurai/
TORREÓN, COAH.- Para Hollywood recrear una época antigua con toda su majestuosidad y vistosidad nunca a sido un inconveniente, sólo hay que ver producciones como Corazón Valiente (Mel Gibson,1996) o Gladiador (Ridley Scott, 2000) más recientemente y siguiendo este estilo Ed Zwick nos trae devuelta una historia de samuráis, género que había quedado en el olvido por los productores.
Ubicada en la década de 1870, después de la guerra civil estadounidense y en un momento de grandes aperturas comerciales, el capitán Nathan Algren (Cruise), un ex combatiente y héroe de guerra, sigue cargando fantasmas de su pasado muy difíciles de borrar.
Antes de ver destruido su futuro, es llamado por uno de sus superiores para que junto a él se encarguen de entrenar al recién formado ejército japonés. Algren recibirá una jugosa paga si consigue librar una lucha contra los llamados “samuráis”, quienes se niegan a aceptar el apresurado cambio político, económico y cultural de su país.
El encargado de dirigir a los samuráis en esta lucha es el venerado Katsumoto (Ken Watanabe), un antiguo protector y maestro del emperador, quien asegura que su lucha tiene un propósito justo. Algren, quien comienza a admirar la honorabilidad y conocimiento de sus enemigos, se enfrentará a los samuráis para encontrarse a sí mismo. Algren traiciona a su país y a sus creencias, para recuperar algo que perdió hace mucho tiempo: su honor.
El Último Samurai es un viaje visual a un mundo ajeno a nuestra realidad, que nos permite observar paisajes hermosos y costumbres olvidadas. Esta cinta de más de dos horas de duración, nos brinda una visión global acerca de la complejidad ideológica que rodeaba a una de las sociedades más antiguas y sabias de nuestro mundo.
Los grandes maestros samuráis, protectores de las costumbres y el imperio japonés, sufrieron las consecuencias de la manipulación que los opulentos empresarios japoneses lograron sobre el joven emperador Meiji, quien en busca de revolucionar a su país aceptó la desaparición de los samuráis como fuerza protectora del imperio y con ello olvidó una parte de sus ancestros.
Queriendo tal vez emular al gran Akira Kurosawa, Zwick toma muchos preceptos de esta desaparecida cultura y los lleva a la majestuosidad por medio de bellos escenarios y batallas espectaculares, aunque nunca se podrá comparar a joyas de la cinematografía como lo son: Roshomon (1951), Los Siete Samuráis (1956), y Kagemusha (1980) que representan verdaderos iconos de este tipo de filmes, esta película alcanza un nivel bastante aceptable sobre todo en el aspecto visual, ahí si no decepciona a nadie, pero en el aspecto de la trama es bastante predecible.
Edward Zwick no es ningún improvisado en este tipo de películas, inclusive al igual que aquí tiene otra cinta en la que aborda la guerra civil estadounidense, en tal vez junto con Leyendas de Pasión(1994) su filme más reconocido: Gloria (1989) en esta participaron actores como Mathew Broderick, Morgan Freeman, y Denzel Washington, papel por el cual ganó el Oscar en ese año al mejor actor de reparto, y al igual que en ese trabajo aquí demuestra que tiene oficio para dirigir grandes batallas y manejar los escenarios a la perfección.
Con una fotografía atractiva y una historia que sensibiliza a casi cualquier persona, esta espectacular producción que si bien no es la más original que ha existido, si logra mantener una buena calidad en las cintas bélicas hollywoodenses, lastima que contenga tantos clichés del género bélico.
Lo bellos escenarios, las dinámicas peleas con espadas y cuerpo a cuerpo, la mitificación imperial, la honrosa dicha de morir a manos del enemigo y la magia que encierra este sagrado mundo del samurai, son algunos de los elementos que hacen de este filme una propuesta recomendable.
En conclusión esta costosa súper producción no es más que un homenaje a la cultura nipona y a sus más valiosos guerreros, los samuráis. Sin ser una película revolucionadora en ninguno de los ámbitos cinematográficos relevantes (fotografía, edición, guión, actuación, dirección, por mencionar algunos), este filme logra muy bien su objetivo y se convierte en una ventana a una de las culturas más mágicas que existe o existió en nuestro planeta, y si nunca se ha visto las obras maestras de Kurosawa, esta es una buena opción para familiarizarse con el estilo.