TRENTON, Nueva Jersey, EU (AP).- Para el dominicano Tirso Furcal, tener un dedo de más en una mano y otro en cada pie le hacía la vida bastante difícil.
Esos dedos adicionales le hacían difícil caminar, le ocasionaban frecuentes lesiones y le impedían conseguir trabajos bien remunerados.
Ahora, gracias a la generosidad de un hospital y un grupo de cirujanos de Jersey City, que ofrecieron gratuitamente sus servicios, esos dedos le han sido extirpados y el paciente de 41 años se encuentra en pleno proceso de recuperación.
La semana entrante, Furcal volverá a su pueblo, una localidad dominicana llamada Brisas de las Palmeras, donde le esperan su esposa y sus tres hijos.
"La mayoría de las veces, (los dedos adicionales) interferían con lo que trataba de hacer, especialmente cuando tenía que levantar piedras pesadas", dijo Furcal a través de un intérprete.
"La cirugía fue un éxito", agregó en una entrevista ocho días después de su operación, realizada el 11 de noviembre en el Centro Médico de Jersey City. "Yo confío en que todo mejorará".
El individuo se propone seguir una carrera en reparación de aparatos electrónicos, algo previamente imposible para él debido a su deformidad, que le impedía manejar con efectividad las piezas de los equipos electrónicos.
Su mano izquierda tenía un dedo de más que le salía del meñique, de modo que el doctor Marc Urquhart le removió ese dedo y adosó sus músculos al meñique natural. Urquhart también removió los dedos adicionales de sus pies.
"Va a recuperarse maravillosamente bien", dijo el doctor Carl Valenziano, jefe de cirugía del Centro Médico. "Ahora tiene unas manos muy funcionales".
El doctor dijo el lunes que el paciente ya usaba zapatos con comodidad y podría caminar casi inmediatamente.
Furcal conoció a Valenziano hace un par de años, cuando el médico participaba en la Dominicana en una misión caritativa organizada por el grupo Fundación para la Paz. Valenziano ayudaba en las obras del piso y las paredes de una iglesia y Furcal formaba parte de la dotación de albañiles que trabajaba en el lugar.
"Era un individuo muy agradable", dijo el médico.
Valenziano se percató de los dedos adicionales de Furcal y le preguntó si le interesaría que se los extirpasen. Cuando el trabajador aceptó, el médico hizo los arreglos necesarios para que Furcal obtuviese la visa, un pasaje aéreo y la estadía con familias dominicanas antes y después de la operación.
El director del hospital, Jonathan Metsch, accedió a proporcionarle gratuitamente los servicios médicos necesarios para la cirugía y hospitalización del paciente.
