"Llevo poco tiempo entrenando y era lógico este resultado. Si las circunstancias hubieran sido otras el resultado hubiera sido mejor, declaró la gimnasta mexicana Paola Espinoza.
14 de agosto de 2004
Atenas, Grecia (EFE) .- El debut olímpico de la pareja mexicana de saltos de trampolín, Laura Sánchez y Paola Espinosa, terminó con un sabor agridulce en la prueba de 3 metros sincronizada, consecuencia, según reconocieron ambas atletas, de los vaivenes por los que ha atravesado su preparación en el último año.
"Estoy contenta en parte porque han sido mis primeros Juegos Olímpicos. Aunque podía haber sido mejor. El cambio de entrenador nos ha afectado bastante. Hemos trabajado mucho en este último mes y hemos logrado un lugar digno", apuntó Laura Sánchez, que recordó la sustitución de Francisco Rueda, anterior técnico, por su hermano Jorge, en el último mes.
"No fue solo un cambio de entrenador sino también unas alteraciones de técnica de trabajo que nos ralentizaron la preparación. Pero tengo que agradecer a Jorge todo el apoyo que me han dado", continuó la nadadora.
"Al principio he estado nerviosa. Esta era la primera prueba de las cuatro en las que vamos a participar. Espero que en el resto estemos mejor. Además, hemos sido la primera pareja en saltar y eso lo hemos acusado", continuó la saltadora de México, que junto a su compañera fue medalla de bronce en el Mundial de Barcelona el pasado año.
Su compañera Paola Espinosa achacó a los problemas padecidos por la pareja la consecuencia de los resultados. "Llevo poco tiempo entrenando y era lógico este resultado. Si las circunstancias hubieran sido otras el resultado hubiera sido mejor.
Pero la situación y las circunstancias hay que aceptarlas como vienen y esperemos un momento mejor", explicó la nadadora americana.
"No es lo mismo estar con un entrenador siempre. Estar bien físicamente. Esta ha sido mi segunda competición del año. Son detalles que influyen notablemente en el deportista y le afectan", insistió la deportista, de dieciocho años, que reconoció tener una sensación agridulce con su debut olímpico.
"No me voy satisfecha pero tampoco con un mal sabor de boca. Dentro de lo que cabe está bien, nos esforzamos y hay que seguir trabajando para mejorar. Han sido los primeros Juegos y hay que extraer lo positivo de la experiencia", concluyó la deportista mexicana.