23 de febrero de 2004.
El atentado suicida se dio minutos después de que el secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, arribó a Irak en una visita inesperada
Bagdad, (EFE).- Al menos diez personas, en su mayoría policías, murieron hoy en un nuevo atentado suicida con coche bomba perpetrado junto a una comisaría de Policía en la ciudad de Kirkuk, a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad.
Según fuentes policiales y hospitalarias, otras 40 personas resultaron heridas en la explosión, la última en una serie de ataques contra efectivos de seguridad iraquíes en distintas zonas del país.
El atentado se produjo sobre las 8:45 hora local (05.45 GMT) en un barrio kurdo de la ciudad, cuando decenas de policías estaban reunidos frente a la comisaria para iniciar su jornada de trabajo.
La policía indicó que entre los muertos se encuentran los dos suicidas que se aproximaron a la comisaria en un coche blanco para hacerlo explotar en el momento del cambio de turno en la dependencia de seguridad iraquí.
De acuerdo con la policía, el vehículo estalló a las puertas de la estación, en el barrio de Rahimawa, y varios autos estacionados en las cercanías resultaron destruidos y a la zona acudieron varias ambulancias.
Los insurrectos iraquíes acusan a oficiales de policía de Irak de colaborar con Estados Unidos para llevar a cabo la ocupación, lo que ha dejado como resultado unos 300 oficiales iraquíes muertos tras el derrocamiento de Saddam Hussein en abril pasado.
Este es el cuarto atentado suicida contra la policía iraquí que se registra en los dos primeros meses del 2004 y que origina caos entre la población cercana a la escena de la explosión a donde arribaron los servicios de emergencia para auxiliar a los heridos.
Kirkuk es la cuarta ciudad más grande de Irak y tiene los más importantes yacimientos de petróleo en el norte del país y tiene una población de árabes, kurdos y turcos y fue a finales del año pasado escenario de enfrentamientos entre árabes y kurdos.
