Señala el viejo refrán popular que más vale tarde que nunca y la máxima no puede ser más certera en estos momentos para los torreonenses: por fin, el Congreso del estado aprobó al Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) la gestión de un crédito por 74.5 millones de pesos para la reparación de colectores y la construcción de una línea conductora de aguas tratadas de cerca de diez kilómetros.
El gerente general de la paramunicipal, Fernando Alatorre Dressel, se debe dar a la tarea de concretar el crédito a la brevedad posible. Por lo pronto, el funcionario anticipa que a más tardar en tres semanas se podrá disponer de los recursos para atender un problema que amenaza con convertirse en crítico, ya que según los pronósticos de la Comisión Nacional del Agua, las precipitaciones atípicas, como la registrada en el suroriente de la ciudad, podrían seguir presentándose.
Es tal la debilidad de la red, que la lluvia de ayer provocó de inmediato hundimientos leves en el colector de la Lázaro Cárdenas, a la altura de la escuela Secundaria Federal Número Dos. El gerente técnico del Simas, Raymundo Rodríguez de la Torre, puso las cosas en perspectiva cuando por la mañana anticipaba que si bien aún no se tenían reportes de hundimientos, “los vamos a tener”.
En este sentido, la aprobación del Congreso para que se gestione el crédito, libera parte de la gran presión que pesaba sobre las espaldas de los funcionarios municipales, que advertían la gravedad del problema pero que se encontraban atados de manos por falta de recursos.
Cabe destacar que sólo 25 legisladores locales votaron a favor, por considerar que todos los trámites que tenía que cubrir la paramunicipal fueron atendidos, pero diez votaron en contra y otro más prefirió guardar silencio. Cabría preguntar al indeciso y a la decena de representantes populares que simplemente no querían que Simas gestionara el crédito, qué hace falta para entender que Torreón necesita recursos extraordinarios para reparar una deteriorada red de colectores que constituye en los hechos un peligro latente de salud pública.