(Tercera parte)
No existe un solo factor. Es importante comprender la diversidad de posibilidades para prevenir la enfermedad.
Otro factor inesperado: La edad
La hipertensión arterial, la aterosclerosis, las enfermedades metabólicas crónicas, la obesidad y la diabetes tipo II, requieren años para su desarrollo. Una de las consecuencias no deseadas de la prolongación de la vida, un fenómeno notable por la magnitud del cambio, ha sido el hecho de que la longevidad ha posibilitado el desarrollo de enfermedades metabólicas crónicas. Pero en particular, con relación a la obesidad, la edad significa un factor muy importante; ya que entre más joven empieza una persona a ser obesa más tempranamente, presentará las consecuencias de la misma. De hecho se le considera un proceso de envejecimiento prematuro, y además el obeso vive en promedio 15 años menos.
En la mujer la menopausia se asocia generalmente con aumento de peso, y esto no parece ligado exclusivamente a las hormonas, (a la disminución de estrógenos), sino en buena medida a la edad. También en los hombres el paso de los años se vincula con el aumento de la grasa corporal. La ubicación de los lípidos es muy distinta en las formas femeninas y masculinas, (las primeras, con predominio graso en caderas, región glútea y muslos; la segunda con aumento abdominal). Pero cuando el factor determinante es la edad, desaparecen esas diferencias y el predominio adiposo tiende generalmente a ubicarse en el abdomen, tanto en el hombre como en la mujer. Aunado a esto la disminución notable de las funciones metabólicas, la retención de líquidos, el sedentarismo, y no se diga los malos hábitos alimentarios, ya que muchas personas maduras siguen comiendo la misma calidad de alimentos que ingerían a los 20 años. Así pues, la edad madura sí se vincula con obesidad.
Un factor contemporáneo: los medicamentos
Gracias al notable desenvolvimiento biotecnológico; se ha podido producir un cambio favorable en las enfermedades, es decir ?lo que remedia?. Y se prevé un número muchísimo mayor en el futuro. Las grandes empresas farmacéuticas multinacionales hacen inversiones a veces inimaginables en estos desarrollos. Además es conocido el hecho de la resistencia bacteriana creciente a los antibióticos, lo que obliga a que el proceso de generar nuevos antibióticos sea incesante.
El objetivo de la investigación farmacológica es lograr que cada vez más enfermedades puedan ser controladas o dominadas por el avance científico-técnico. Pero el propósito de cada fármaco, implica también controlar los problemas agregados que pueden originar medicamentos notables en su capacidad para tratar enfermedades como el SIDA o determinados carcinomas, tienen contraindicaciones o efectos indeseables, que requieren estudios periódicos de distintas funciones; éste es sólo un ejemplo que, por otra parte, no debe inducir a temer a estas drogas, ya que a pesar de los efectos negativos, pueden causar un beneficio sobre el objetivo principal, que sería por ejemplo, la cura del cáncer, en relación costo beneficio, el valor de estas medicaciones es muy alto, porque permite controlar problemas médicos graves. El profesional tratante, tiene que conocer muy bien las medicaciones y supervisar periódicamente la evolución de su paciente.
En nuestro caso particular numerosas medicaciones favorecen el depósito graso, por ejemplo los corticosteroides (medicamentos salvadores en numerosos casos); si se toman por largos períodos, originan con gran frecuencia aumento de peso, con una distribución de la grasa central, con redondez de la cara (a la que se le llama de ?luna llena?). Aunque el tipo de obesidad es bastante particular, no deja de ser una forma de ella. Otro ejemplo, es la medicación psiquiátrica en general y en particular un número importante de los fármacos antidepresivos (aunque muchos de los modernos no se asocian con aumento de peso). Otro ejemplo es la vitamina B12 inyectable, que trae con frecuencia aumento de apetito y por ende de peso. De otros grupos de vitaminas no se ha comprobado que tengan relación con aumento de peso, más bien es una creencia que tienen las personas en general.
Obesidad en el primer mundo
En 1990 el 44 por ciento de los estadounidenses tenía sobrepeso. Hoy más de la mitad sufre este problema, se calcula que un 66 por ciento aproximadamente y entre un cinco y un ocho por ciento de la población (14 millones de personas, de las cuales más del 60 por ciento son mujeres) es obesa extrema. Como consecuencia entre un 20 y un 45 por ciento de los adultos está a dieta-fundamentalmente hipocalórica, y generalmente agrega actividad física y/o depresores del apetito o inhibidores de la lipasa gastrointestinal. En los últimos años adquirió popularidad la cirugía. Un paso drástico por todos los riesgos que supone la lipoaspiración o una operación abdominal. Actualmente la cirugía ?bariátrica? viene en cierta medida a ser la esperanza para obesos en extremo, no implica demasiados riesgos, ya que se practica por laparascopia, no hay necesidad de abrir al paciente, y se le coloca una pequeña banda por fuera, entre el esófago y estómago para reducir la entrada de alimento, y así el paciente va bajando gradualmente sin descompensaciones. Aparte de lo anterior, mi opinión en general, para el manejo de la obesidad, es orientar al paciente, hacerle un estudio integral, valorar su caso y tratar el aspecto emocional o psicológico, su dieta individualizada y medicación en el caso de que sea necesario, más tarde un plan de actividad física y darle apoyo continuo durante el proceso de reducción, así como constantemente advertirle que la enfermedad no se cura se controla, y que es muy importante que esté convencido de que desea cambiar sus malos hábitos, por un sistema más disciplinado. Cuídese no coma mucho. ¡Hasta pronto!