(Primera parte)
No existe un solo factor; es importante comprender la diversidad de posibilidades para prevenir la enfermedad.
Quise a propósito de estas fechas; en que las personas caemos con más frecuencia en las tentaciones y excesos, hablar de ?obesidad?, que aunque es un tópico muy extenso; trataré de informarle sobre algunos de los aspectos que considero más importantes desde el punto de vista científico.
En la actualidad se entiende a la obesidad como una enfermedad metabólica, y no de origen psicológico ni por ?falta de voluntad?, sino como un problema crónico y progresivo, (no curable con medidas milagrosas en pocos días o semanas). De hecho a finales del año pasado la OMS (Organización Mundial de la Salud) la reclasificó como ?una enfermedad catastrófica e incurable?, madre y detonante de muchas otras enfermedades, basándose principalmente en la cantidad de personas que mueren anualmente en cada país, como consecuencia de la misma.
Sabemos que la obesidad está determinada por la interacción de numerosos factores, principalmente genéticos, y también de los llamados ?del medio ambiente?, (desbalance ingesta/gasto energético por consumir comidas en demasía, particularmente aquéllas con exceso graso y/o ser sedentario).
Sin duda estos tres factores (genético, exceso alimentario y sedentarismo), son los principales, pero no los únicos. Se reconoce por ejemplo; que la toma de bebidas alcohólicas, con su inevitable aporte calórico, es un importante factor a tener en cuenta, y también algo tan beneficioso, como la extendida supresión del tabaquismo, ha contribuido en pequeña medida al aumento de peso, ya que muchos fumadores crónicos que deciden dejar el cigarrillo, sustituyen la carencia del mismo comiendo, o ingiriendo caramelos.
Esta suma de factores ¿alcanza para explicar la escala epidémica de la frecuencia de obesidad?, pareciera que aún quedan enigmas y que todavía no se puede dar una respuesta al sorprendente hecho de que en muy pocas décadas se haya duplicado en gran número de países, la frecuencia de obesidad en la población.
Obviamente no cambiaron los genes en estos pocos decenios; ya que apenas 100 calorías diarias de más, (tres cucharadas de un helado de crema por ejemplo), significan cinco kilos acumulados en un año, y más aún en estas fechas se ha comprobado, que sólo en el mes de diciembre y parte de enero, una persona puede aumentar los kilos de todo un año, aproximadamente entre tres y ocho kilogramos.
Al respecto he podido observar cómo muchos pacientes abandonan el esfuerzo por bajar de peso en estas épocas del año, tomando como justificación que el mes de diciembre en particular, es para disfrutarlo comiendo, y deciden, que ya más adelante en los meses de enero o febrero continuarán con su programa de control de peso.
En lo personal considero que no es la mejor manera de pensar, ya que si habían logrado perder algunos kilitos de más, los pueden recuperar como lo mencioné anteriormente, sólo en el mes de diciembre. Y si en realidad se proponen en el próximo año bajarlos, quizá logren bajar los que aumentaron el mes anterior, pero aún así, se quedarán con los kilos del año anterior, más los que acumulen en el año nuevo.
Desde el punto de vista mental o psicológico; éste es uno de los factores que generalmente las personas gorditas utilizan como justificación para seguir comiendo en exceso y de todo. La realidad es que no es fácil dejar de ser gordo. Cada día me convenzo más, de que es una de las enfermedades más rebeldes y difíciles de tratar, pues la mala alimentación, la comida rápida, chatarra, las harinas, las grasas, etc., pienso que son una droga socialmente aceptada, ya que cualquiera, puede caer en un verdadero atracón sin que nadie le diga directamente nada, quizá si alguien nos observa, pueda comentar; ¡hay ya viste cómo come ese gordito!, pero nadie es capaz de recriminarle en ese momento, y mucho menos decirle por ejemplo: ¡Oiga, por qué está comiendo tanto!, o bien arrebatarle el alimento que tiene enfrente.
Tomando en cuenta lo anterior, considero que lo más importante es conocer más a fondo todo lo relacionado con la enfermedad de la obesidad, sobre todo los que la padecen, con la finalidad de concientizarse y por una vez en la vida, tomar en serio la decisión de dejar de ser gordo, ya que a pesar de que se considera una enfermedad incurable con todo y sus consecuencias, sabemos que es controlable.
En el próximo artículo continuaremos con más sobre este tópico. Por lo pronto trate de no comer muchos tamalitos, ni beber mucho alcohol en las posadas. Cuídese. ¡Hasta pronto!
