Primera parte
lo más importante es tener buen estado físico. ?El deporte la mejor medicina?
Desde hace dos décadas sabemos que engordar aumenta el riesgo de padecer cardiopatías, diabetes y cáncer. La acumulación de grasa puede ser fatal. Actualmente sabemos que no es tanto el peso lo que cuenta sino el buen estado físico.
En la práctica diaria he podido observar que existen personas con 15 ó 20 kilos de más y se encuentran sanas, pero si investigamos sus antecedentes, llevan una dieta baja en grasas y hacen ejercicio... en ocasiones les he mencionado a mis pacientes obesas, que las personas delgadas no están exentas de padecer las enfermedades y problemas relacionados comúnmente con la gordura si se alimentan mal y sobre todo si son sedentarios. También existen personas flacas con diabetes, con alta presión o problemas cardiovasculares, gota, etc.
Entonces aparte de no hacer ejercicio, la mala alimentación es la que finalmente afecta a las personas y además, conlleva a que cada día haya más personas gordas de todas las edades.
Claro que no podemos dejar de tomar en cuenta que la obesidad en conjunto con una vida sedentaria, es el mayor riesgo para la salud en los países del primer mundo.
Según encuestas oficiales, en 1980 el 25 por ciento de los norteamericanos adultos eran excesivamente gordos para su estatura. Hoy esa medición abarca al 50 por ciento de las mujeres y el 60 por ciento de los varones. Así mismo los doctores John Fyret y Ken Godrick, investigadores en obesidad del Colegio de Medicina de la Universidad de Baylor de Houston, Tx., calculan que para el año 2150 toda la población adulta de Estados Unidos será obesa.
Si comemos comida rápida chatarra y no hacemos ejercicio ¿cómo no engordar?
La prevención de la obesidad en la mediana edad, podría reducir los casos de diabetes en un 50 por ciento. Y así muchos investigadores en este campo y médicos que tratamos el problema de obesidad, coincidimos en que la mayoría de los problemas fisiológicos y metabólicos son causados principalmente por una dieta mal balanceada en donde predominan grasas y carbohidratos, exceso de sal, etc., y la falta de ejercicio, y no la gordura en sí.
Después de llevar a cabo un estudio comparativo entre personas delgadas que presentaban riesgo coronario con aumento de moderado a severo de colesterol malo y triglicéridos en la sangre, que se alimentaban mal y que no efectuaban ningún ejercicio. Y a la vez con un grupo de personas con un promedio de 15 a 20 kilogramos de sobrepeso con una alimentación regular baja en grasas y que practicaban algún tipo de ejercicio, como caminar que fue el más común, éstos no presentaron riesgo coronario y tenían el colesterol y triglicéridos dentro de los parámetros normales. La conclusión tuvo relación con la práctica de ejercicio que los gordos realizaban, de media a una hora tres a cinco días de la semana.
Ahora bien, sabemos que no toda la grasa corporal es dañina, sino puntualmente la abdominal, ese típico salvavidas que presentan los españoles, los norteamericanos y también los mexicanos, que nos alimentamos con frituras día tras día. Así que lo más importante es tratar de perder tejido adiposo abdominal, que es el más peligroso por el riesgo cardiovascular.
He visto desaparecer cuadros de hipertensión arterial (alta presión), con sólo reducir unos cuantos kilos y bajar un poco la barriguita. La mujer y el hombre promedio tienen alrededor de 2.25 a 4.5 kilos de tejido adiposo dañino, el cual es el más fácil de bajar, por supuesto que con buenos hábitos alimenticios, saludables, no ingerir más de un 30 por ciento de grasa en la alimentación diaria, evitar alimentos refritos, empanizados o lampreados, disminuir el consumo de sal, beber muchísima agua y sobre todo hacer ejercicio el que prefiera o considere adecuado de acuerdo a sus necesidades, y la edad que tenga cada uno de ustedes. En el próximo artículo le recomendaré qué ejercicios o tipo de deporte son más convenientes. Cuídese mucho y aliméntese bien. ¡Hasta pronto!
