Siempre he comentado con mis pacientes, el hecho de que las personas debemos alimentarnos de diferente manera de década en década. Mas sin embargo es común ver, que personas de 40 años e incluso muchos más, siguen ingiriendo la misma calidad y cantidad de alimentos que comían a los 15 ó 30 años. Sabemos definitivamente que con la edad van cambiando muchos aspectos, sobre todo de tipo metabólico y hormonal entre otros, por lo que es necesario, también cambiar nuestros hábitos alimenticios.
Con el avance de la edad a veces resulta difícil para algunas personas, mantener un estado nutricional adecuado. La disminución de la actividad física, la capacidad olfativa y el gusto, las alteraciones en la dentadura, el deterioro mental, incluso los factores sociales (aislamiento, soledad, etc.), repercuten en este sentido. Sin embargo, una dieta equilibrada resulta ahora esencial, para mantener las mejores condiciones físicas y mentales, e incluso un buen sistema de defensa.
Una alimentación adecuada debe procurar el mantenimiento del peso ideal de la persona mayor, con una dieta moderada en hidratos de carbono, relativamente baja en grasas y con niveles equilibrados de proteínas de buena calidad (de 0.8 a un gramo por kilo de peso), también le recomiendo alimentos ricos en fibra, minerales y vitaminas y beber mucha agua (entre uno y tres litros al día). En la dieta de la persona mayor no deben faltar el pan y los cereales, las frutas y las verduras, la leche y productos lácteos, la carne de preferencia blanca como el pescado, pollo y pavo y de res la ternera, también es muy importante no omitir legumbres, frutos secos y los huevos, éstos en moderada cantidad, pudiera ser uno diario o dos tres veces por semana. También sabemos que en la edad avanzada existen deficiencias de algunas vitaminas concretamente: B1, B2, B6, niacina, ácido fólico, A, C y D, por lo que es aconsejable tomar suplementos de las mismas.
Algunos consejos para mejorar su alimentación:
*Seleccionar alimentos que contengan nutrientes, evitando los que sólo proporcionan calorías como: (dulces, postres, aderezos, alcohol, etc.).
*Evitar alimentos con alto contenido de azúcar refinada o sencilla y sustituirlos por hidratos de carbono complejos y fibra dietética.
*Buscar un ambiente relajado y distendido durante las comidas.
*Evitar el consumo excesivo de sodio (sal o alimentos demasiado salados).
*Comer variado, para asegurar que se ingieran todos los nutrientes necesarios.
*Promover el interés por una mejor nutrición y la relación de las necesidades específicas de cada persona.
*Vigilar los procesos patológicos, como problemas físicos, metabólicos, dentales, etc. y psicológicos.
En lo personal pienso que nunca es tarde para empezar a hacer algo positivo por uno mismo. He conocido algunas personas de avanzada edad que comentan que ellos comen de todo, es decir grasas saturadas, azúcares, harinas refinadas, etc. y lo mencionan con cierto orgullo. No creo que sea la mejor forma de pensar, pues se ha comprobado incluso científicamente que entre mejor y más sana sea la alimentación, incluso a cualquier edad, la calidad de vida será definitivamente más satisfactoria, se evitarán enfermedades crónico degenerativas, problemas gastrointestinales y algo que yo creo a todos nos preocupa, el envejecimiento prematuro. Y en el peor de los casos si ya padecemos algún problema como los mencionados, quizá podríamos evitar que el mal siga avanzando y se convierta en algo más grave e incurable.
Además de lo anterior, a medida de su capacidad y posibilidades le recomiendo hacer ejercicio, ya sea caminar o algo que sea cómodo en el propio hogar, por si no puede o no le gusta salir, por ejemplo bicicleta estacionaria, o bien si fuera necesario acudir a algún centro de rehabilitación para ejercitar sus músculos. Cuídese. ¡Hasta pronto!
