Se prevé que el edificio que sustituirá a las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York sea el más alto del mundo.
04 de julio 2004.
NUEVA YORK (Reuters).-En una ceremonia el domingo, se colocó la piedra fundamental de la Torre de la Libertad, el nombre que recibirá el edificio que sustituirá a las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York, destruidas en los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y que se prevé sea la construcción más alta del mundo.
El gobernador del estado de Nueva York, George Pataki, y el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, asistieron a la ceremonia, realizada con una guardia de honor y gaiteros.
Con la colocación de la piedra fundacional - un bloque de granito de 20 toneladas de las Montañas Adirondack de Nueva York en la cavidad de 21 metros de los cimientos - se da inicio a un plan de cinco años para la construcción del rascacielos de 541 metros de alto, que se convertirá en un símbolo icónico del paisaje neoyorquino.
"Hoy colocamos la piedra fundamental de un nuevo símbolo de esta ciudad y de este país, y de nuestra determinación de triunfar frente al terrorismo", dijo Pataki. "Hoy construimos la Torre de la Libertad".
Se estimaba que alrededor de cien parientes de víctimas de los ataques del 11 de septiembre asistirían a la ceremonia.
"Es un paso más para que este agujero no esté aquí. Es un paso más hacia la recuperación", dijo Charles Wolf, el viudo de una víctima de los ataques.
La esposa de Wolf, Katherine, de 40 años, comenzó a trabajar para la empresa de servicios financieros Marsh and McLennan, en el piso 97 de la torre norte de las Torres Gemelas del World Trade Center, apenas tres semanas antes de que un avión de pasajeros secuestrado por extremistas islámicos fuera estrellado contra el edificio.
"Pueden haberme quitado a mi esposa, pero no me están quitando el resto de mi vida, y creo que nosotros los estadounidenses les estamos diciendo que tampoco nos están quitando nuestra vida", agregó Wolf.
Algunas familias de sobrevivientes y víctimas de los atentados del 11 de septiembre han criticado a las autoridades por ignorar consideraciones de preservación histórica y no reconstruir en el espacio donde se levantaban las torres, un sitio conocido como sus "huellas".
